El sur de Galicia, colapsado por la primera ciclogénesis otoñal
Carreteras y vías de tren se vieron afectadas por las fuertes lluvias, que anegaron parte de Vigo. Unos 9.000 clientes se quedaron sin luz y la planta de Citroën tuvo que parar su producción
La primera ciclogénesis explosiva del otoño se ensañó con el sur de la Comunidad gallega, donde desde primera hora de la mañana del jueves se mantuvo activada la alerta roja por fuertes lluvias. Los registros alcanzaron los 97 litros por metro cuadrado en la provincia de Pontevedra, con rachas de viento que por momentos llegaron a superar los 107 kilómetros por hora en las montañas del interior. Durante la primera parte del día, los servicios de emergencias recibieron un centenar de llamadas, todas ellas localizadas en la zona sur de Pontevedra. La borrasca «Margit», llevó el caos circulatorio a la ciudad de Vigo. Con el río Lagares desbordado, la zona del estadio de Balaídos se convirtió en una trampa para los conductores , que se vieron abocados a buscar rutas alternativas para tratar de salvar el medio metro de agua que cubría a peatones y vehículos.
Carreteras cortadas y trenes con retrasos
Las incesantes precipitaciones impidieron a los operarios evacuar el agua de las calles olívicas, lo que obligó al ayuntamiento de la ciudad a pedir a los ciudadanos que, en la medida de lo posible, no se moviesen en coche por la ciudad. Puntos a evitar eran la zona de Balaídos, las calles de Coruña y Beiramar, la plaza de Compostela, Areal y Julián Estévez. Tampoco fue tarea fácil llegar a la urbe olívica en tren. El fuerte temporal de viento y lluvia afectó a cuatro convoyes —dos de media distancia y dos Alvia que conectan con Madrid— que sufrieron importantes retrasos. En uno de los casos, el tren colisionó contra un árbol que el viento había tirado sobre la vía, lo que obligó a que los 40 pasajeros que viajaban en él fuesen trasladados por carretera hasta las estaciones de destino.
En carretera, los desprendimientos a causa del agua se concentraron en el vial que conecta Baiona con A Guarda. En este punto de la red gallega, un desprendimiento de tierra y rocas en la PO552 que enlaza Vigo y Tui obligó al corte de tres kilómetros de carretera. El derrumbe también afectó a una gasolinera. En Gondomar, Nigrán, Mos y Moaña se contabilizaron caídas de piedras.
El agua anegó los centros de transformación
El mal tiempo también dejó sin suministro eléctrico a 9.000 clientes del área de Vigo. Todas las averías registradas fueron ocasionadas por la inundación de los centros de transformación, donde el agua llegó a alcanzar el metro de altura.
Colegios y casas anegados
Entre los sucesos de la jornada se cuenta el protagonizado por un joven que quedó atrapado en el turismo que conducía por la calle Guixar a causa de una inesperada crecida de agua. Otros conductores también tuvieron que ser rescatados. La planta baja del colegio Vicente Risco también quedó cubierta por el agua tras el desbordamiento de una alcantarilla, lo que generó el traslado de los alumnos por precaución. En Redondela un desprendimiento se llevó por delante dos coches aunque no hubo que lamentar heridos. Los municipios de Baixo Miño, por su parte, sufrieron numerosas inundaciones de calles, carreteras, viviendas y locales comerciales.
Noticias relacionadas