«Soy tu veterana. Hasta nueva orden tienes prohibido depilarte»

Estudiantes, políticos y policía comienzan a luchar contra las novatadas y la crueldad y abuso de poder que implican

«Soy tu veterana. Hasta nueva orden tienes prohibido depilarte» j. v. arnelas

patricia abet

El curso universitario ya está en marcha y con él las novatadas. Una suerte de rito de paso que los estudiantes de primer curso deben superar para integrarse, pero cuyo trasfondo las ha puesto en el punto de mira de buena parte de la sociedad, y ahora también de los políticos. La pasada semana recalaba en el Senado una moción para luchar contra este dudoso proceso de iniciación que contó con el apoyo de todos los grupos. Se trata del primer acuerdo educativo de la legislatura en el que se llegó a un consenso unánime. Detrás de este frente común están las denuncias de centenares de estudiantes que —lejos de entender las novatadas como una tradición universitaria— han señalado las humillaciones y vejaciones que desde hace años las caracterizan.

Dormir bajo la cama de un veterano durante semanas, peinarse acorde a unas normas, hacer reverencias al paso de otros estudiantes, comer alimentos para animales o beber geles de ducha, raparse parte de la cabeza o ingerir grandes cantidades de alcohol en posturas humillantes son algunas de las «pruebas» que lideran la lista de las novatadas más comunes. En el caso gallego, con una fuerte tradición universitaria, estos rituales se extienden hasta casi mediados del mes de octubre , a pocas semanas del arranque de los primeros exámenes del curso. Pero ya en julio empiezan a calentar motores y a los móviles de algunos de los nuevos estudiantes llegaban en pleno verano mensajes del tipo: «Soy tu veterana. Hasta nueva orden tienes prohibido volver a depilarte».

Aunque tanto en las novatadas leves como las más graves (que en algunos casos provocan lesiones físicas y psicológicas) la estructura de abuso y poder es la misma, los expertos sí localizan diferencias entre las pruebas de paso que se realizan en escuelas universitarias y facultades y las que se cuecen en los colegios mayores. Estas segundas tienen el agravante de que las personas que las sufren conviven con sus ideadores , «lo que las hace todavía más crueles», explica a ABC Loreto González-Dopeso, fundadora de la primera asociación contra novatadas de España (Nomásnovatadas), con sede en La Coruña. «En muchos casos, o lo haces o te quedas fuera y te aíslan . Por eso animamos a los alumnos a que denuncien y a que traten de hacerlo en grupo, buscando el respaldo de otros estudiantes que tampoco estén dispuestos a soportar estos comportamientos», recalca.

Charlas de concienciación

En la lucha contra las novatadas estudiantiles, el cuerpo de Policía también ha asumido un papel relevante al tomar las riendas y redactar un plan de actuación contra estas actuaciones. De forma paralela, los agentes empiezan a dar charlas en los colegios mayores que lo solicitan para advertir a los estudiantes de qué acciones pueden ser constitutivas de delito con el Código Penal en la mano y cuáles son consideradas faltas. Por su parte, muchos de estos centros suscribieron a inicio de curso un manifiesto en contra de estas prácticas abusivas y están empezando a extremar la vigilancia en sus instalaciones. Entre los firmantes gallegos se encuentran los colegios mayores de San Agustín, Arosa, La Estila y Xelmírez, todos en Santiago.

Con tres años de vida, la plataforma que Loreto lidera ha logrado colar el problema dentro de la agenda política y ha mediado en la publicación del primer libro sobre el asunto. Sin embargo, reconoce la fundadora, queda mucho por hacer. «Las novatadas se hacen en todas las ciudades universitarias, pese a que en los colegios se esté empezando a estrechar los controles, pero queda un larguísimo camino por recorrer. Parte del problema es que los estudiantes que pasan estos abusos, por un proceso psicológico, acaban participando de ellas. En eso tiene que ver que no ha habido reacción social durante años. Además, se asocian con cosas divertidas para los jóvenes como conocer gente o beber . De ahí que las acaben dando por buenos modos de integración que no lo son. Porque aunque la novatada sea leve, siempre implica un abuso de poder», lamenta.

«Soy tu veterana. Hasta nueva orden tienes prohibido depilarte»

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