Anova ensaya este fin de semana el adiós paulatino de Beiras
La formación liderada por el septuagenario apostará por un liderazgo compartido
Camino de los ochenta, Xosé Manuel Beiras comienza a retirarse. Y en el pequeño grupo que el «irmandiño» creó a su alrededor después de dar un portazo en la que había sido su casa, el BNG, cunde el miedo a desamarse sin su presencia . Así que, Anova Irmandade Nacionalista comienza mañana a ensayar el adiós del septuagenario político que, con su regreso al Parlamento llevó hasta el hemiciclo broncas e insultos por los que muchos diputados de la oposición se dejaron arrastrar, pero que ya aminoran.
Beiras tuvo un problema de salud en verano que necesitó incluso quirófano. Nada más empezar el curso político, ya avisó de que no le quedaba otra que bajar el ritmo, aunque en el Debate sobre el estado de la Autonomía esta semana trató de provocar al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al desafiarle con aspavientos frente a su escaño. Pero en esta ocasión no tuvo suerte y la imagen, por repetida, se quedó con el eco justo.
Así que ante el cercano adiós de Beiras de la primera línea de la política, en Anova planean la fórmula de que el liderazgo sea dividido: que el sucesor comparta bastón con él. Esa es la propuesta que discutirán en su segunda asamblea que celebran este fin de semana en Santiago . Lo explicó este jueves el coordinador nacional de la formación, Martiño Noriega, alcalde de Teo y pupilo aventajado de Beiras —con permiso de Yolanda Díaz, su mano derecha en el Grupo Parlamentario de AGE— y que apunta a sucesor.
Pero en esa reunión, el futuro de Anova no pasa solo por decidir el delfín de Beiras, sino que hay heridas sin curar que amenazan con reabrirse. A tenor de lo afirmado por Noriega, desde la actual dirección no hay mucha voluntad de terminar el enfrentamiento con el sector crítico Cerna . «El problema es cuando una de las partes adopta una posición casi excluyente o de no convivencia con las otras, en el sentido de que se vuelven a escuchar argumentarios que se escucharon hace años en otras casas respecto a estas posiciones políticas», en una clara referencia al Bloque.
En Anova, que afirma apostar por nuevas formas de hacer política, persisten problemas de siempre. Los mismos que, como indicó Noriega, hay en «las relaciones sentimentales» o «comunidades de vecinos».
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