La cúpula de Resistencia Galega señala sus objetivos desde Portugal
Los investigadores creen que en el atentado de Baralla pudieron estar implicados de dos a tres integrantes de un mismo comando terrorista. La capital gallega es la «zona cero» de los movimientos de la banda, aunque las instrucciones y la pólvora prensada utilizada provenga del país vecino

Los objetivos contra los que los miembros de la banda terrorista Resistencia Galega atentan en Galicia los señala la cúpula de la organización desde Portugal. Así se desprende de las investigaciones llevadas a cabo por los agentes de la lucha antiterrorista que matizan que, pese a que estas órdenes se dictan desde el país luso, los autores materiales de los ataques cuentan con cierto margen de maniobra a la hora de variar de objetivo si creen que la seguridad de la operación puede estar en peligro. En el caso del atentado contra la sede consistorial del concello de Baralla —que el pasado miércoles reventó la fachada del edificio y causó estragos en viviendas y en comercios colindantes— los investigadores se muestran convencidos de que no actuó una única persona. La hipótesis más plausible habla de entre dos y tres activistas que formarían parte de un mismo comando y que se habrían desplazado hasta este municipio lucense en un mismo vehículo. Con uno de los presuntos autores de los hechos ya en dependencias judiciales en Madrid, las pesquisas se centran ahora en determinar las circunstancias en las que se produjo el atentado y en localizar al resto de supuestos participantes.
Intrucciones de los líderes
Las primeras averiguaciones revelaron que el ataque se planeó con poco tiempo y que los terroristas actuaron a toda prisa, detonando la ollabomba a través de un temporizador de retardo de reloj de pulsera. Entre las instrucciones que los autores últimos de los ataques reciben de los líderes de la banda desde el país vecino destaca la seguridad que exigen a la hora de materializar los atentados previstos y la orden de que, si son detenidos, guarden absoluto silencio ante los agentes. En el caso del independentista arrestado este viernes en Santiago, Raúl Agulleiro Cardoy, desde su detención se le aplica la legislación antiterrorista, por lo que permanece en dependencias policiales a espera de ser puesto a disposición de la Audiencia Nacional.
Sobre su presunta vinculación con la colocación de la ollabomba a las puertas del ayuntamiento de Baralla, fuentes de la investigación aclaran que Agulleiro era un habitual del entorno independentista que estaba siendo seguido desde hacía tiempo y cuyas comunicaciones habían sido intervenidas. Su detención confirma, además, que la capital gallega es el epicentro de las actuaciones de la banda armada, que también cuenta con un comando estable en la provincia de Pontevedra.
En cuanto a los dirigentes de la organización —Antón García Matos, alias «Tonhino», y Asunción Losada— todo apunta a que desde la clandestinidad en Portugal trazan las líneas a seguir por la decena de militantes con los que cuenta la organización en Galicia. De ahí que el material explosivo que utilizan en sus acciones provenga del país luso, donde también podrían contar con zulos en los que ocultar los explosivos previo paso de la frontera.
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