Los nombres de pueblos más curiosos de Valencia
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Los nombres de pueblos más curiosos de Valencia

ABC desvela las incógnitas sobre la toponimía de algunas localidades de la Comunidad Valenciana

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ABC desvela las incógnitas sobre la toponimía de algunas localidades de la Comunidad Valenciana

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  1. Losa del Obispo

    Losa del Obispo fue un pueblo nacido en la época de la Reconquista. Las primeras noticias documentales de él se tienen como unidad municipal, datan del rey Jaime I el Conquistador, el cual hizo donación de estas tierras, además de las de Chulilla y Villar del Arzobispo, a la dignidad Arzobispal de Valencia, en 1271.

    Según se explica en la página web oficial de esta población de la provincia de Valencia, el topónimo Losa hace pensar en una calzada, en un camino, que no es otro que el camino real que desde Valencia se dirigía a Chelva y el Rincón de Ademuz.

  2. Venta del Moro

    Este municipio del interior de la provincia de Valencia fue siempre una zona de tránsito de arrieros, caminantes, comerciantes y ganado entre Castilla y Valencia. El origen del topónimo y pueblo de Venta del Moro se basa en la hipotética existencia de una venta regentada por algún musulmán en el camino que iba de Toledo a Valencia, y que comunicaba Iniesta con Requena por el puente de Vadocañas.

  3. Quart de Poblet

    El origen de Quart de Poblet se remonta a la época romana. La etimología del topónimo Quart se vincula a la existencia de una vía que comunicaba la Valentia romana con el interior peninsular. Según apunta la página web oficial de este municipio, Quart-Quartum hace referencia a la piedra miliar que marcaba la distancia de cuatro millas romanas desde Valentia, y que se encontraría en las inmediaciones de la actual Plaza Valldecabres. Como vestigios de época romana perviven en el municipio el "viejo puente romano" sobre el Turia, el Aqüeducte dels Arquets y el yacimiento de Les Basses en el Barranco de Chiva.

  4. La Portera

    Según afirmó Adelo Cárcel en su obra “La Aldea de La Portera”, este municipio valenciano debería su nombre a una casa de labor, propiedad de un señor que sólo tenía una hija. Dicha finca sería más conocida desde entonces como La Labor de Las Monjas.

    Por su parte, en la obra Historia Crítica y Documentada de la Ciudad de Requena, Rafael Bernabeu López apunta que en 1650 una vieja casa de labor era propiedad de una religiosa del convento de San José de Requena, a la que se conocía con el sobrenombre de “la portera”. El núcleo primitivo de la aldea se halla localizado en lo alto de la colina donde se alza el pequeño edificio que en su día sirvió como ermita.

  5. Alquerías del Niño Perdido

    En la provincia de Castellón encontramos este pequeño municipio, cuyo nombre erige más de un interrogante entre los visitantes foráneos. En realidad este topónimo no hace referencia a ningún infante desaparecido, sino a la imagen de Nuestra Señora del Niño Perdido, que los frailes de Caudiel dejaron en el oratorio de Bonretorn durante la segunda mitad del siglo XVI. Este oratorio forjó durante siglos la identidad unificada de esta población al ejercer de punto de unión de los diversos núcleos habitados de la zona.

    A su vez, el origen del nombre de esta imagen está en las obras apostólicas de San Vicente Ferrer, cuyo objeto último era atender a niños huérfanos.

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