CRÍTICA
La Boheme: acertada reposición
«La escena de Livermore es de gran eficacia y atractiva. El movimiento de actores es excelente: ordenado e imaginativo»
Acierta Les Arts con la idea de hacer una pretemporada con precios asequibles y con reposición de títulos exitosos y celebérrimos. No cabía un alfiler . Nutrida representación del gobierno autonómico y municipal. Es bueno que tomen contacto con el teatro. Poco se puede añadir a lo que ya se sabe de uno de los títulos más populares de la literatura operística. No obstante, que un título sea popular y que estemos en pretemporada no significa que , en un teatro de este nivel, se programe una Boheme con el “rebuig”. El nivel fue más que digno. Si se quieren buenos resultados hace falta buenos mimbres. Puccini tiene sus trampas, la obra la conoce el público en una versión anterior antológica protagonizada por Riccardo Chailly, y Les Arts no es un teatro de provincias, al menos por ahora.
El éxito de público fue incontestable aunque hay que hacer algunas matizaciones. Angel Blue gran triunfadora de la noche con una excelente Mimì . Como suele decirse en estos casos, posee todo para triunfar: una presencia imponente, recursos dramáticos y un instrumento ancho, corpóreo, manejable a la altura de los retos que se le van a presentar a lo largo de su carrera. Ahora sólo es cuestión de profundizar y matizar el canto que exige cada rol. Poco puede reprochársele al Rodolfo del tenor italiano Giordano Lucà. Proyecta con suficiencia una voz con un timbre quizás demasiado ligero pero la colocación y expresividad es notable. La Musseta de Lina Mendes no pasó de la corrección . Un tanto sobreactuada escénicamente y vocalmente justa en algunos pasajes donde su voz se escuchó algo estrangulada siendo avasallada por los inmisericordes decibelios provenientes del foso. Germán Olvera compone un buen Marcello. Sin tener una voz imponente, posee un bello instrumento. Felipe Bou y Aldo Heo estuvieron correctos .
A Manuel Coves le viene todavía grande esta caleidoscópica partitura. No quiere decir ello que se le fuera de las manos -su dirección es correcta- pero con una orquesta de este nivel y que además se la sabe hay que dejar impronta. Es como si te dejan un Ferrari en Monza y no pasas de cien. Faltó esa sensación de dominar el los caballos y llevar la máquina por donde uno quiere . Las dinámicas se movieron en un rango demasiado estrecho y faltó expresividad en los usos de los tempi , sobretodo dirigiendo a las voces. Orquesta y coro excelentes supieron sobreponerse a ciertos desajustes con el podio.
La escena de Livermore es de gran eficacia y atractiva. El movimiento de actores es excelente: ordenado e imaginativo. Gracias a ello, el segundo acto combina a la perfección el tratamiento de las masas con los pasajes en los que el drama se centra en los personajes más individualizados. Acierta el uso de las proyecciones aunque, cosas del gusto de cada uno, quizás uno en algún caso hubiera elegido otras obras pictóricas.
Ficha
2 de septiembre , Palau de Les Arts
La Boheme , Ópera en cuatro actos de G. Puccini
Angel Blue, Giordano Lucà, Germán Olvera, Lina Mendes, Felipe Bou, Aldo Heo
Cor de la Generalitat, Escola Coral Veus Juntes de Quart de Poblet, Escolanía de la Mare de Déu dels Desamparats
Orquesta de la Comunidad Valenciana
Dirección musical , Manuel Coves
Escena: Davide Livermore