economía
Los empresarios transmiten a Puig su preocupación por la economía
La campaña electoral y la ideologización de Rafael Climent despiertan recelo
A finales del pasado mes de agosto los principales representantes del empresariado valenciano mantuvieron un encuentro con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y con los dos consellers del ámbito económico y financiero, Rafael Climent y Vicent Soler, en lo que fue una t oma de contacto sobre los objetivos para la legislatura .
Puig fue generalista, pero no se mojó en cuestiones clave más allá de la lucha por mejorar la infrafinanciación , en la que el empresariado arrimará el hombro porque esta cuestión suscita unanimidad -como ya lo hacía cuando el Ejecutivo autonómico estaba sustentado por el PPCV, presidido entonces por Alberto Fabra-.
Un mes después de aquella cita los empresarios tiene muchas dudas del proyecto que se está llevando a cabo. Analizando las primeras decisiones del Gobierno valenciano, las fuentes consultadas entre la clase dirigente empresarial de las tres provincias atisban problemas de calado para la recuperación de la región .
A Ximo Puig ya le han hecho llegar por diversos canales, según estas mismas fuentes, que debe poner toda la carne en el asador para aprobar unos Presupuestos de la Generalitat con suficiente capacidad inversora como para ayudar desde la órbita pública a reactivar sectores clave, como el turismo y sectores tradicionales .
Los empresarios consultados ven en el conseller de Hacienda, Vicent Soler, a una persona «posibilista» y «pragmática», por lo que entienden que hará una gestión sensata , aunque con las dificultades lógicas derivadas de la falta de financiación. Más pegas ponen a la función que realiza el conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent. El titular de este departamento -nombrado por Compromís- dejó «preocupados» a los empresarios consultados en su intervención de esta misma semana con los proyectos de legislatura ante las Cortes, donde apenas aportó proyectos y todos ellos sin una «justificación presupuestaria creíble» .
Esta coyuntura, junto a los malos datos del paro y algunas decisiones que han generado polémica, han encendido la luz roja de alarma entre el empresariado que, no obstante, no piensa hacer pronunciamiento alguno a través de la patronal hasta que pasen las elecciones generales.
Precisamente, el largo periodo electoral entre las autonómicas y locales de mayo, las catalanas -que condicionan gran parte del panorama político español- y las generales de diciembre, han llevado a la «inacción» al Consell de Puig en materia económica .
La resolución de si finalmente los comercios podrán abrir los domingos o no, y espectáculos lamentables como el sucedido con los ejecutivos de Ikea en Alicante -donde el equipo de gobierno provocó la ruptura de negociaciones- son otras dos cuestiones que a día de hoy preocupan, como también el proyecto de Puerto Mediterráneo.