VERLAS VENIR
Una ciudad para peatones
«Tampoco me puedo imaginar mayor error que entregar la ciudad a los peatones sin pensar seriamente en las consecuencias para los propios peatones»

No me puedo imaginar nada más amigable que Valencia convertida en una ciudad peatonal . Y tampoco me puedo imaginar mayor error que entregar la ciudad a los peatones sin pensar seriamente en las consecuencias para los propios peatones .
Me explico: Las motos deben estar en la calzada, no en la acera . Cuanto antes. Sin duda. Y el que firma suele ir en moto por la ciudad. El sistema de aparcamiento de motos en Valencia es absurdo, invasivo y contrario a la lógica. Las motos no deben estar en la acera. Pero como ha hecho el ayuntamiento , hay que darse un plazo para bajarlas y, sobre todo, hay que habilitar aparcamientos de motos en la calzada, como se está haciendo. Perfecto.
Y los coches deben ceder protagonismo a los peatones . Porque la ciudad es para los ciudadanos y sus visitantes, no para los coches.
Pero hay que hacer las cosas bien, no a la brava. Antes de tomar medidas hay que pensar en los problemas que generan y las soluciones que se pueden aportar. Para cerrar la plaza del Ayuntamiento a la circulación rodada es imprescindible primero analizar los perjuicios , por ejemplo, para el comercio afectado y articular soluciones.
Si queremos que la ciudad sea cada vez más de los peatones , habrá que “dificultar” el acceso de los vehículos. Pero previamente, será imprescindible potenciar y mejorar el transporte colectivo y habilitar alternativas para muchos peatones que utilizan el coche para acercarse a la ciudad porque viven en pueblos del extrarradio con malas o nulas comunicaciones con la ciudad, o porque tienen que volver cargados con sus compras.
Vamos que habrá que hacer un parking disuasorio gratuito en las afueras de la ciudad con una parada de metro en el medio. Porque de otra forma tendremos una ciudad muy cómoda para sus habitantes y muy hostil para sus visitantes. Y eso tampoco es.
Al final se trata de tomar decisiones después de asegurarnos de que no habrá damnificados. Los grandes discursos sobre lo bien que queremos hacer las cosas son estupendos ; las consecuencias que pueden tener ese tipo de decisiones son lamentables.
Y como he visto lo de las motos, voy a confiar que con los coches también vamos a hacer las cosas bien y los vamos a echar de la ciudad para el bien de todos y el perjuicio de los menos posibles . Para que los peatones realmente disfruten de su ciudad.