VALENCIA
El «día sin coches» colapsa el tráfico en el centro y agrava el malestar del comercio
Calles como Blanquerías, la Paz o San Vicente registraron importantes atascos a primera hora de la mañana del martes
Valencia cerraba ayer por primera vez el tráfico en el centro de la ciudad durante una jornada laborable con motivo del Día Sin Coches, una medida que generó importantes atascos a primera hora de la mañana en zonas como en el paso interior de Blanquerías y el paseo de la Pechina. En otras, como la plaza de San Agustín y sus accesos por la calle San Vicente o la calle de la Paz con Marqués de Dos Aguas , hubo problemas de circulación hasta las 12 de la mañana, cuando pasó a ser lenta.
La iniciativa se prolongó desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche y únicamente se permitía el paso a autobuses urbanos, taxis y bicicletas, de modo que los espacios estaban reservados para el uso de peatones, ciclistas o patinadores .
En realidad, admitía el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, se trataba de «un primer ensayo para ver cómo funciona la plaza sin tránsito», aunque usuarios y comerciantes reclamaban que la medida esté ligada a otra serie de actuaciones , como la apertura del parking de Brujas o la mejora del transporte público. Ayer, precisamente, tanto los autobuses como el metro fueron gratuitos, al igual que otros años en los que se ha realizado esta celebración.
En total, según datos ofrecidos por el consistorio, unos 5.400 vehículos dejaron de pasar por este enclave . En el caso de la plaza del Mercado fueron unos 1.300 vehículos menos.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia destacó la «absoluta normalidad» en la movilidad urbana que se registró, pero admitieron «complicaciones puntuales».
Desconocimiento
En la calle, sin embargo, muchos no tenían conocimiento de los cortes , que también se produjeron en arterias principales y plazas de los barrios de San Marcelino, Benimaclet, Orriols, El Carmen, Nazaret o Patraix.
Varias decenas de policías locales se encargaron durante todo el día de regular el tráfico y redirigir a los vehículos . Mientras, los comerciantes del centro expresaban abiertamente su descontento por el «perjuicio» que les generaba.
Entre los puestos de flores de la plaza del Ayuntamiento –dos permanecieron cerrados durante todo el día– la oposición a la medida era prácticamente unánime. «Lo hemos notado bastante en las ventas», destacaban Isabel y Lola esperando a los clientes que no llegaban. La queja también era extensiva a las obras de la calle San Vicente. «Últimamente la policía no deja parar a los coches o a las furgonetas de reparto en doble fila ni un minuto porque dicen que se producen atascos por las obras», protestan.
La posibilidad de peatonalizar el centro no les hace ninguna gracia. «Eso nos hunde el negocio, no vendría nadie» , señalan. La medida tampoco parece ser muy compartida por algunos taxistas. «Es algo demasiado drástico y creo que a corto plazo tendría muy mal resultado, porque ni siquiera nos salvaría el turismo como en el caso de Madrid y Barcelona», sentencia Vicente mientras espera en una parada. Respecto a los cortes del centro, indica que no ha notado «gran diferencia» en cuanto a clientela , aunque reclama a los políticos que «bajen a la calle» para saber realmente lo que opinan los colectivos.
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