entrevista
José Ramón Adsuara: «La política no trata de la gestión, sino de ayudar a las personas»
El alcalde de Alfafar cree que el «PP tiene que cambiar radicalmente; nos hemos centrado en los números y hemos olvidado la calle»
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El principal referente municipal del PP en la provincia de Valencia analiza en esta entrevista el devenir de los primeros cien días de mandato.
—¿Qué balance hace de los primeros cien días de su segundo mandato?
—Nos hemos centrado en terminar los proyectos empezados, y estamos trazando el plan estratégico 2020 con la Universidad de Alicante y participación ciudadana. El Ayuntamiento busca programas europeos que permitan obtener inversión para Alfafar. De lo que más orgulloso estoy es de la sentencia que nos permite no embargar las ayudas sociales a aquellos vecinos con deudas. La Diputación de Barcelona ha copiado nuestro modelo de recurso. También estamos realizando encuestas para elaborar el plan de calidad 2016, que en los últimos años nos ha certificado Aenor. Sobre todo, la atención al ciudadano, que es nuestra bandera. La Administración local tiene que ser un socio de los ciudadanos en la mejora de su calidad de vida. Nos tienen que ver como un amigo, no como un problema.
—¿En qué consiste su política social?
—Lo que están anunciando ahora Ximo Puig y Joan Ribó se hace en Alfafar desde hace tres años. Hemos aumentado la partida social en un 37%, tenemos una oficina antidesahucios que ha solventado 150 casos, un gabinete de inserción laboral, ayudas al material escolar, becas... No lo anunciamos, pero lo hacemos. El Gobierno se ha centrado en la gestión económica y ha olvidado las medidas paliativas. Se está recuperando parte de la población, pero no toda. Hay que trabajar para que nadie se quede descolgado.
—¿Le ha afectado el cambio de color político en los municipios vecinos?
—Soy el único alcalde del PP en un municipio de más de 15.000 habitantes. Aún no he tenido ocasión de reunirme con alcaldes vecinos, pero el color político no será un problema para entendernos. Y sería un gran error que ellos pensaran así.
—¿Y en la Diputación?
—El cambio no tiene por qué perjudicarnos. La Diputación tiene que ser equitativa, y no darnos ni más ni menos que al resto. Aunque sí es cierto que ahora pelearé más las ayudas.
—¿Cómo valora el plan de Puig para ayudas a los libros texto, que obliga a las diputaciones a pagar el 33%?
—Puig quería que las diputaciones desaparecieran, y ahora pretende que le paguen sus políticas autonómicas. La Diputación debe centrarse en apoyar a los pueblos pequeños que no tienen capacidad de inversión, si se dedica a suplir las carencias de la Generalitat, se confunden sus competencias. Es más, si las Diputaciones tienen que suplir a la Generalitat, que desaparezca la Generalitat.
—Ha renunciado al sueldo como diputado provincial.
—No quería que me atara, porque hay mucho trabajo por hacer en Alfafar. La mayoría de alcaldes del PP han perdido y yo me he quedado, lo cual significa muchísima responsabilidad. Que la gente haya optado por nosotros con la que estaba cayendo demuestra que la política no trata de la gestión, sino de las personas. Yo primero soy de Alfafar, y después del PP.
—¿Qué tiene que hacer el PP para recuperar la confianza de los votantes?
—Tiene que cambiar radicalmente la forma de hacer las cosas. No tanto las caras como la mentalidad, para que el mensaje llegue a la población. Nos hemos centrado mucho en los números y hemos olvidado la problemática de la calle. Ha habido una desconexión. Y los que han entrado a gobernar ahora siguen el mismo camino. Mire, el PP conservó el gobierno en Peñíscola, Calpe y Alfafar, y los tres alcaldes hemos hecho políticas parecidas. ¿Por qué no analizar lo que hemos hecho y sacar conclusiones?
—¿Qué le parece Isabel Bonig?
—Está rearmando al partido. Es una primera fase para recuperarnos, porque el tsunami electoral nos ha dejado muy tocados. Después de las generales hay que aplicar otra forma de hacer política, no lo que dicten los partidos sino lo que demanden los ciudadanos. Es lo que hacemos aquí, a nivel local no existe la ideología, sino trabajar por tu población. Y en el plano autonómico, pues defender las señas de identidad está muy bien, pero hay que hacer políticas que abarquen a la mayoría de la población, y no gobernar solo para los nuestros.
—¿Qué ha supuesto IKEA?
—La apertura de IKEA incrementó la contratación un 172% entre junio de 2013 y junio de 2014. La implantación de la tienda ha redundado en riqueza para la comarca, y al final no ha creado problemas de tráfico.
—¿Algún consejo para su homólogo de Alicante?
—Aquí superamos todas las trabas a base de reuniones. Mucha planificación y poca prensa. A los suecos no les gusta la especulación en los medios hasta que esté firmado.