Unidos por el voley playa

En el voley playa , el asunto va de parejas. De afinar la técnica y el vínculo con el compañero casi tanto como la propia arena. En Fuengirola, a finales de agosto, las duplas Paula Soria y Ángela Lobato , y Christian García y Fran Marco se proclamaron campeones de España en categorías femenina y masculina respectivamente. Hubo doble celebración por la victoria en sí misma y por el hecho sin precedentes de que entre los ganadores había además pareja amorosa.

Vidas que unió la arena y el deporte . La relación la tienen la alicantina Paula Soria y el canario Christian García. Juntos desde el pasado mes de enero, en todo caso, se muestran totalmente profesionales en su quehacer diario. «Cuando estamos entrenando cada uno está con su pareja deportiva, en zonas diferentes -en Alicante- y centrado en lo suyo» , dice Christian.

Compiten en categoría absoluta mundial y eso requiere de mucho entrenamiento, pero además de muchos viajes por el mundo. «Hacemos por lo general vida de competición. No es lo mismo estar una semana aquí, en Alicante, de quedar para ir al cine, cenar, de hacer vida normal, que ir a China a competir y no tener tiempo para nosotros . Estamos concentrados en los partidos. Cenamos juntos con el resto de compañeros. En todo caso, hacemos lo que debemos para progresar en un deporte por el que hemos apostado mucho» , mantiene Paula.

El hecho de competir en alto rendimiento en la misma disciplina, al tiempo, les sirve para retroalimentarse. ¿Qué le aportar el uno al otro? «Él me ayuda a trabajar la constancia, que me exija mucho, porque es muy perfeccionista y muy trabajador . Tiene más experiencia. Lleva más años en esto y como que me coge y me ayuda a tirar para seguir adelante -como también su compañera Ángela. Técnicamente también me aporta experiencia», dice la alicantina.

«Ella me ayuda mucho en lo emocional . Hay momentos muy buenos en una competición que los compartes con ella, pero también malos en los que sigues teniendo ese apoyo. Es una persona más alegre y yo a veces soy un poco cascarrabias. Me aporta positividad» , subraya él.

Han podido compartir muchos momentos en este año en grandes competiciones. Vivieron un acontecimiento teñido de olimpismo como los Juegos de Bakú. Admiten que es «muy difícil desconectar del deporte. Entrenamientos, competiciones, vuelos, cuando sale bien, cuando sale mal...» . Pero a la postre tienen sus ratos. «En realidad, como siempre estamos de aquí para allá, hacemos una vida muy tranquila. Nos gusta pasear, ir al cine, cosas muy normales» , cuentan. Sueñan con grandes momentos. ¿Por qué no coincidir en Río a través de la Continental Cup?.