POLÍTICA

Ribó «olvida» pedir a Puig los 1.200 millones que reclamaba a Fabra

El socialista Joan Calabuig elaboró este «inventario» de impagos de la Generalitat en 2014

Ribó «olvida» pedir a Puig los 1.200 millones que reclamaba a Fabra rober solsona

M. CONEJOS

La primera reunión entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, sirvió para comprobar que los grupos municipales del PSPV y Compromís ya no están por la labor de reclamar la deuda «histórica» que en la época de Alberto Fabra reclamaban al Consell.

Durante toda la legislatura el líder de los socialistas valencianos en la ciudad, Joan Calabuig, cifró en 1.200 millones de euros la deuda de la Generalitat con la ciudad, algo que Ribó compartió y utilizó como ariete para desgastar a la Generalitat.

«Deuda social»

De esos 1.200 millones de euros un total de 558 millones corresponden al impago del Fondo de Cooperación Municipal; 122 a obras del Plan Confianza; unos 22 al impago de transferencias de ejercicios cerrados; y 600 a la deuda social de equipamientos e inversiones anunciadas y no ejecutadas.

Ayer no hubo ni rastro de esa petición que engloba actuaciones como el parking de la plaza de Brujas, colegios, centros de salud como el de Malilla, la nueva escuela oficial de idiomas, revitalizar Sociópolis, el centro de mayores de Monteolivete, los pabellones Marcol y Fuensanta, la muralla árabe, el alcantarillado del Cabanyal, urbanizar el entorno de San Miguel de los Reyes y del Museo de Bellas Artes, el tranvía orbital o el tercer plan para rehabilitar el centro histórico.

Las reivindicaciones de Ribó se dirigieron –junto con Puig– hacia el Gobierno de Mariano Rajoy, para que se comprometa a invertir 130 millones de euros en el Parque Central, la misma cifra que Ayuntamiento y Consell.

También se aunaron para pedir a Rajoy que el Gobierno condone la deuda de 430 millones del consorcio Valencia 2007, que realizó las obras en la Marina Real para la Copa América.

Ribó cambió así el destinatario de sus quejas en una cita donde Puig acordó reemprender el Plan de Acción Territorial de la Huerta, crear una Agencia Valenciana de Movilidad y dio garantías de que el Ayuntamiento de Valencia participará en la Agencia Tributaria Valenciana.

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