EN TERCERA PERSONA
El club de los 27
«Todo el mundo llora cuando ve esas fotos, no se sabe muy bien si de emoción o de pena…»
Hay cifras redondas que marcan el paso del tiempo en nuestro calendario particular. La primera de todas quizás sea la de los 14 años. Ese momento en que se cambia de ciclo educativo y en el que ya se reconoce totalmente la entrada en la adolescencia. Luego vienen los 18 ( con permiso de los «15 años tiene mi amor» que cantaba el Duo Dinámico ) que es la edad en la que ya se le considera a uno un adulto que puede votar y, lo que más valora alguien a esa edad: conducir un coche. A partir de ahí, empieza una carrera desaforada, pues el tiempo vuela, en el que vienen los 20, los 25, los 30 y hasta que se llega a los 40, la gran fiesta de cumpleaños sorpresa en la que no puede faltar un cruel «powerpoint» que pone de manifiesto que el tiempo ha sido muy duro contigo. Sin embargo, todo el mundo llora cuando ve esas fotos, no se sabe muy bien si de emoción o de pena…
Pero hay una extraña edad que a priori nadie asociaría con nada especial . Se trata de los 27 años, una edad insulsa en la que se supone que uno está disfrutando de la juventud y en la que la mayoría de gente aún no ha asumido responsabilidades familiares. Sin embargo, este número ha dado origen a un macabro club conocido como el de los 27 , pues las casualidades del destino han querido que a esa edad hayan fallecido varias estrellas de la música de forma trágica. El club original lo formaban Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Kurt Cobain . Uno podría pensar que se trataba de una macabra coincidencia, pero va Amy Winehouse y fallece a ese misma edad. Y si miramos al panorama nacional, resulta que la malograda Cecilia murió también con 27 años. Eso sí, nuestro Nino Bravo se salvó de ingresar en el club por los pelos, pues murió con 28 años. Todo un expediente X de la música contemporánea.