VERLAS VENIR

Correr duele

«En realidad estaba ya medido por alguien, supongo que el Ayuntamiento, que había colocado balizas»

juan zumalde

Bah, Zumalde, correr es el deporte más placentero que existe , me aseguraba Pepe. No me jodas, decía yo, si me duele hasta el alma, ¿dónde está el placer? Al parar, me aseguraba Penalba.

Pepe era un fotógrafo con el que yo trabajaba en un periódico de la ciudad. Corría. Me enseñó a amar la carrera. Si te duele, me decía, se arregla corriendo de nuevo. El dolor sobre el dolor. Yo, la verdad, no sé de dónde huía , o tal vez si, pero no paraba de correr. Un día detrás de otro..

Y, poco a poco, iba sintiendo el placer de correr. Un kilómetro más, otro. Cinco al día. Ahora siete. Ya diez. Seis días a la semana . Primero cinco de diez kilómetros, uno de descanso, y el domingo una serie larga, de veinte.

Y una media. Mi primera media maratón . Allá vamos. Dos horas y un minuto. Impresionante. Soy un crack. Un momento, y ese tío de cien kilos que está delante de mí en el control de llegada. Bueno. No pasa nada. Dos horas, soy un fenómeno.

Un año después, me salía, bajé a una hora y cuarenta minutos . Ni me acorde del gordo que supuestamente me paso por encima un año atrás. Y toque techo. Porque me animé a preparar la maratón entera, de esas de cuarenta y pico kilómetros , pero me rompí y no pudo ser.

Y es que correr duele. Correr da tanto placer como dolor . Y hoy, que mis rodillas han dicho basta, yo lamento no poder correr. Lo lamento tanto que cada seis meses lo vuelvo a intentar. Y, claro, me paso dos semanas cojo.

Cuando era feliz correteando de aquí para allá, me lo pasaba fenomenal. Un día por la playa, otro por la montaña . Recuerdo un día que subí un monte vasco y luego lo bajé. Al día siguiente me dolía pensar. Y no puedo olvidar el cauce del río. Corría todos los días por él. Me sabía sus dimensiones. Lo tenía medido por tramos. Bueno, en realidad estaba ya medido por alguien, supongo que el Ayuntamiento, que había colocado balizas para saber si corrías uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis o siete kilómetros de ida y otros tanto de vuelta en tu dolorosa carrera.

Correr duele. Cómo me gustaría volver a hacerlo .

Correr duele

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación