política
Compromís y Podemos barajan crear una agrupación de electores para las generales
La fórmula permitiría la entrada de integrantes de Esquerra Unida en la candidatura
El debate sobre la alianza con Podemos para las elecciones generales sigue muy vivo en el seno de Compromís. Si la semana pasada Iniciativa del Poble Valencià ( el partido que lidera Mónica Oltra ) avalaba la alianza , ahora le toca el turno al Bloc, la fuerza mayoritaria en la coalición. El próximo sábado el Consell Nacional de los nacionalistas debe decidir al respecto.
Los tres contactos que se han producido entre miembros de Compromís y Podemos (en los que han participado miembros de la cúpula de Pablo Iglesias, como Carolina Bescansa e Íñigo Errejón ) no han arrojado aún una decisión definitiva.
Podemos cotiza a la baja según las encuestas y Compromís mantiene una buena posición , lo que le da cierta tranquilidad y ventaja negociadora. Si finalmente se decide no pactar, Compromís contempla tener entre tres y cuatro diputados en el Congreso, lo que en función del resultado electoral le puede otorgar un protagonismo muy beneficioso en clave autonómica.
Si finalmente se impone una alianza electoral surgen dudas sobre cuál sería la fórmula adecuada. Los líderes de Podemos quieren anteponer el nombre de su formación al de Compromís y en la coalición nacionalista se piensa al revés, para poder liderar un grupo parlamentario propio.
Ahora bien, existen muchos precedentes en los que no se ha aceptado un grupo propio a formaciones que se presentan en el resto del país bajo el mismo nombre, y Podemos cumple ese requisito.
Es por ello que la fórmula de la agrupación de electores puede ganar enteros. Esta fórmula permitiría a Compromís asegurarse un grupo propio y a Podemos tener mayor relevancia en la Comunidad aunque fuera bajo el paraguas de una marca blanca.
La agrupación de electores se constituye con el aval de un número variable de firmas de electores – un 1% provincial del censo en el caso de las elecciones generales – y no tiene vocación de permanencia, ya que su periodo de validez se circunscribe a la legislatura para la que se presenta.
Mientras se baraja la fórmula a escoger, Compromís se debate entre la prevalencia de su marca y la conveniencia de poder desbancar junto a Podemos al PSOE como principal fuerza de izquierdas en la Comunidad Valenciana. Unirse, además, dotaría a la coalición nacionalista de una ventaja estratégica a la hora de «captar» actuales votantes de Podemos si la formación liderada por Pablo Iglesias no supera con éxito la difícil prueba de las elecciones generales.
La agrupación de electores permitiría, en cualquier caso, integrar a candidatos de Esquerra Unida. Hay que recordar que las bases de Podemos decidieron no aliarse con IU y presentarse en solitario descartando alianzas con otras formaciones de carácter nacional. Sí avalaron pactos puntuales en Galicia, Cataluña y Comunidad Valenciana con formaciones autonómicas como es el caso de Compromís.
Esta fórmula salvaría esta prohibición de Podemos , que desea fagocitar el espacio de Izquierda Unida, y a Compromís también podría beneficiarle sumando adeptos si el camino de Esquerra Unida se dirige hacia una mayor caída de apoyo ciudadano del que ya sufrió en las pasadas elecciones autonómicas y locales y que les dejó fuera del parlamento autonómico.
Agenda política valenciana
Lo que el Bloc considera irrenunciable es que el grupo parlamentario que se consiga en el Congreso (si hay alianza) o sus diputados en solitario (si no la hay) tendrán como prioridad la defensa de una agenda política valenciana en el Congreso que condicionará las votaciones de investidura.
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