CRÓNICAS SABÁTICAS
Ximo Puig: entre el parapeto de la financiación y la guerra del agua
«Limitar todo el discurso político y la acción de gobierno a la crítica a Mariano Rajoy evidencia las debilidades de un Consell formado en precario»
El Gobierno valenciano se ha marchado de vacaciones con asignaturas pendientes para septiembre . Más en concreto, para el 28 de agosto. Ese día se reanudan los plenos del Ejecutivo, que ha comenzado el periodo de asueto sin acabar los deberes . Entre ellos, los reglamentos orgánicos de las consellerias y los nombramientos de altos cargos en departamentos como la Función Pública ( de la que dependen los empleados de la Generalitat ) o la Evaluación Ambiental ( básica para la aprobación de proyectos urbanísticos municipales y obras públicas). En el trasfondo subyacen los enfrentamientos entre PSPV y Compromís.
La pugna de Ximo Puig con Mónica Oltra bloquea áreas vitales de la Administración y la situación tras las elecciones generales puede empeorar. Si la suma de Compromís y Podemos supera a la del PSOE ( en coalición o sin ella ), los problemas crecerán para un Puig que se ha agarrado al parapeto de la financiación autonómica. Al jefe del Consell no le faltan motivos para la queja . El actual modelo es injusto con la Comunidad Valenciana y no cubre las necesidades de gasto en materia de financiación y sanidad. Pero limitar todo el discurso político y la acción de gobierno a la crítica a Mariano Rajoy evidencia las debilidades de un Consell formado en precario. Además, Puig tiene el enemigo en casa. El recurso contra el Tajo-Segura anunciado por su homólogo de Castilla-La Mancha , Emiliano García-Page, reabre la «guerra del agua» y no hace más que dar munición al PP.