entrevista
Andrés Martínez: «El retraso del trasvase ha hecho que se dejen de ingresar 400 millones en IVA»
El presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó suma diez años al frente la entidad y peleando para poner en marcha el trasvase
Andrés Martínez era el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó , que agrupaba a los supuestos beneficiarios del trasvase, cuando se cambió el trazado. Diez años después sigue al frente de la entidad y peleando para poner en marcha el trasvase.
-¿Qué balance hace del tiempo transcurrido desde julio de 2005 y las gestiones realizadas en este periodo?
-Las palabras que me vienen a la cabeza son decepción y desesperación. Hubo una Administración irresponsable que cambió el trazado única y exclusivamente por imposiciones políticas, que en ese momento venían desde Cataluña, y desde 2011 hay una Administración que, también de forma irresponsable, no ha sabido reconducir un tema de vital importancia para Alicante sometido, hasta hace pocas semanas, a las imposiciones políticas de la de la región vecina, Castilla-La Mancha. Sin olvidar el falso enfrentamiento que se ha pretendido generar entre Alicante y Valencia por este asunto. Los regantes de La Ribera no han hecho más que defender sus derechos, y desde Alicante hemos hecho lo mismo, con mayor o menor acierto, pero siempre desde la legitimidad que defendemos lo justo. El problema es que en España no se aplica la Constitución en materia de agua, y la Administración hace una dejación clara de funciones a favor de unos peligrosos territorialismos que son malos para todos.
-¿Teme que el cambio en la Generalitat y las elecciones generales de diciembre puedan volver a comprometer la puesta en marcha de la obra?
-El problema de falta de agua en nuestro territorio es real, con un déficit sin resolver en el Sistema Vinalopó-Alacantí de 145 hectómetros. Nuestro sistema sólo tiene una renovación natural de 48 hectómetros, pero los derechos concesionales son de 193. O se resuelve este déficit en los próximos años o la solución será abandonar nuestros regadíos o emigrar . Nuestros políticos, sean del color que sean, no deberían mirar a otro lado. Entienda nuestra desesperación; llevamos varias legislaturas con diferentes colores políticos y el problema sigue sin resolver.
-En este tiempo, ustedes han ido modulando su postura: finalmente, aceptan agua de Alarcón para abastecimiento y de la toma actual para regadío. ¿Por qué ese cambio?
-Nuestros planteamientos y reivindicaciones son las mismas que el 28 de julio de 2005. Alicante necesita un trasvase con agua de calidad para todos los usos y a unos precios asumibles, y seguimos teniendo claro que esas condiciones solo se dan retomando la toma de Cortes de Pallas. Nuestra modulación se debe a que, sin perder de vista lo ideal y necesario, tenemos que actuar desde la realidad de lo posible. No es nuestro proyecto, pero hay una obra terminada con un coste de más de 400 millone s de euros que une la desembocadura del Júcar con el Vinalopó, y una toma en Cortes de Pallas terminada y no conectada. Esta es la realidad con la que la Junta Central está trabajando.
-¿Está decepcionado con el papel que han desempeñado los políticos? ¿Con alguno en concreto?
-Estoy convencido que todos los políticos que han tenido la responsabilidad sobre el Júcar-Vinalopó han actuado de buena fe para solucionarlo. La desgracia, en general, es que las decisiones políticas finales se toman demasiado lejos de la realidad y con una visión a corto plazo muy lesiva cuando el trasvase entra en un cambio de cromos: Tú me das los votos necesarios para aprobar los Presupuestos del Estado de 2005, y yo te doy lo que me pidas. Y ERC pidió el cambio de toma. La decepción, en general, ha sido que la Comunidad Valenciana no ha sabido hacer valer su verdadero peso en el conjunto de España, y eso nos lo tenemos que hacer ver todos como valencianos, y especialmente nuestros políticos. Pero más que en negativo, me gustaría hablar en positivo de dos políticos que siempre tuvieron muy claro que había que volver al trasvase original, y que desgraciadamente nos han dejado: Jose Ramón García Antón [conseller de Infraestructuras en 2005] y Miguel Iborra [alcalde de Aspe, del PSOE, cuando se cambió el trazado].
- ¿Se puede cifrar el perjuicio económico que ha ocasionado que el Júcar-Vinalopó original no entrara en funcionamiento en 2008, como estaba previsto?
-Nuestra agricultura es de las pocas de España que no dependen de subvenciones y es triste ver que no se pueda avanzar por tener limitado un recurso básico como es el agua. Afortunadamente para el abastecimiento no ha habido restricciones, pero sí impedimentos para desarrollarse. Con la falta de agua en nuestro territorio para el regadío no solo pierden los agricultores del Vinalopó-Alacantí, pierden todos los españoles. Uno de los últimos estudios que hemos realizado concluye que por cada metro cúbico que se usa en el Vinalopó-Alacantí se genera, solo en la explotación, medio euro de IVA. Si tenemos en cuenta solo los 80 hectómetros del Júcar-Vinalopó, en los 10 años trascurridos se han dejado de ingresar un total de 400 millones de euros de IVA. Hablando en términos de empleo, se han dejado de crear más de 20.000 puestos directos de trabajo.
-¿Qué futuro augura al sector agroalimentario de la provincia?
-Hay claves muy positivas en nuestra provincia para el sector: agricultura profesionalizada, cultivos con buenas rentabilidades y conocimiento de los mercados, tanto nacionales como internacionales. La agricultura en nuestro territorio , además de cumplir un importante papel económico, tiene también una importante función medioambiental de la que poco o nada se dice. La «mancha verde» que suponen los cultivos agrícolas, además de embellecer nuestro entorno, evita el avance de la temida desertización. Si no falta agua, el futuro está asegurado .