VERLAS VENIR

Devaluar la política

«Parece ser que por fin hemos aprendido a votar y los que van a gobernar no van a caer en los mismos errores»

juan zumalde

La degradación de la política que se ha vivido en los últimos años ha sido consecuencia de dos cosas: primero, de lo que hemos votado los ciudadanos y, segundo, de que entre los votados había más de un sinvergüenza.

Ahora la cosa ha cambiado. Parece ser que por fin hemos aprendido a votar y los que van a gobernar no van a caer en los mismos errores. Vienen con los suyos propios, y aunque no van a degradar la política, parecen partidarios, algunos, de devaluarla.

Me refiero a estos alcaldes que tienen que gestionar más de 2.000 millones de euros al año y, sin embargo, dicen que van a cobrar 2.000 euros al mes.

Yo quiero políticos orgullosos de serlo porque tengan motivos para estarlo. Y quiero, además, que estén muy bien pagados. Lo quiero porque deseo que la política pueda ser una carrera brillante para personas brillantes. Y no quiero que sea un apostolado, una labor que haya que realizar por amor al arte, o un refugio de mediocres.

Y, además, si el alcalde de Valencia, por ejemplo, gana apenas 2.000 euros al mes, ¿cuánto tiene que ganar en justa correspondencia el administrativo del registro? Me parece que no me va a gustar la respuesta, porque con lo que le tocaría en proporcionalidad, mi admirado administrativo no iba a poder pagar ni un alquiler barato. ¿Y si el alcalde deja el coche oficial, qué pasa con el chófer? En fin, deben ser preguntas idiotas las que me hago.

En el fondo, supongo que los extremos se tocan. Desde la derecha muchas veces se ha alentado que la política no debía estar remunerada. Y la izquierda contestaba que eso lo decían para que solo se pudieran dedicar a la política los ricos. Ahora, la izquierda, o parte de ella, aboga por políticos mal pagados. Muy mal pagados.

¿Se imagina lo que cobraría un directivo de una empresa cuyas decisiones afectarán a un millón de personas y de cuya gestión dependieran el aprovechamiento de cientos de millones de euros? Pues eso es mucho más de lo que haya cobrado un alcalde de Valencia a lo largo de la historia. Y es cierto que en ningún lugar del mundo los políticos cobran lo que cobrarían en empresas privadas con las mismas responsabilidades. Pero también es cierto que los nuestros están entre los peor pagados. Y no creo que haga falta devaluar más la profesión.

Devaluar la política

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