pactos postelectorales
Catorce presidentes autonómicos gobernarán con más apoyo que Ximo Puig
El socialista llega a la Generalitat con el 20,3% de los votos, solo por delante de los candidatos de Canarias y Baleares
Ximo Puig no solo será el presidente con menos votos de los valencianos de la historia de la Generalitat . El candidato socialista accederá al cargo con uno de los respaldos más ínfimos de todos los presidentes autonómicos españoles. Ximo Puig obtuvo el pasado 24 de mayo el 20,9 por ciento de los sufragios , el peor resultado cosechado jamás por los socialistas en la Comunidad Valenciana desde 1983. Pese a ello, los socialistas vuelven veinte años después del Palau de la Generalitat merced a su pacto con Compromís y Podemos , que desalojará del poder al Partido Popular, pese a que la lista de Alberto Fabra fue la más votada.Únicamente en Canarias , donde el PSOE logró el 20,3% de los votos, y Baleares , con el 19,3 por ciento de los sufragios para la candidatura socialista, habrán presidentes autonómicos en la presente legislatura con menos respaldo ciudadano que Puig . El líder de los socialistas valencianos necesitará el apoyo en el pleno de investidura de Compromís y Podemos para ser elegido presidente de la Generalitat con el voto a favor de 55 de los 99 diputados de la Cámara Autonómica.
Nunca en la historia un presidente con un grupo menos numeroso (los socialistas de Puig suman veintitrés escaños) había sido elegido para toar las riendas del Ejecutivo valenciano, ya que la marca más baja hasta ahora eran 42 parlamentarios (los que cosecharon el socialista Joan Lerma y el popular Eduardo Zaplana , en las elecciones de 1987 y 1995, respectivamente).
Comparado con otros presidentes autonómicos españoles, Puig llegará al cargo con el 20,9 por ciento de los votos frente al 35,9 por ciento de Susana Díaz en Andalucía ; el 36,7 por ciento de Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha ; o el 42,7 por ciento de Guillermo Fernández Vara en Extremadura .
Desplome en Valencia
Los socialistas valencianos, de hecho, paladean estos días una victoria agridulce , que se ha extendido al grueso de las poblaciones con mayor número de habitantes gracias a los pactos entre fuerzas de izquierdas que han volteado el poder municipal en la Comunidad Valenciana, a pesar de que el Partido Popular fue la formación más votada. De hecho, las fuerzas de izquierdas gobernarán sobre un población superior a los 4,5 millones de habitantes. El PP lo hará para el medio millón restantes.
Sin embargo, en Valencia capital el desplome del PSOE de Joan Calabuig le ha llevado a caer como cuarta fuerza política en un Ayuntamiento liderado por Compromís, con Joan Ribó a la cabeza gracias a los apoyos de los socialistas y de València en Comú, la marca blanca de Podemos en la ciudad del Turia.
La capital autonómica ejercerá de contrapeso de la Presidencia de la Generalitat de Puig . En este sentido, el líder de los socialistas contará con un margen de maniobra limitado. La suma de Compromís (diecinueve diputados) y Podemos (tres parlamentarios) no ha sido suficiente para aupar a Mónica Oltra a la Presidencia . Sin embargo, condicionará claramente la composición del futuro Consell, con la líder de la coalición nacionalista como vicepresidenta y portavoz.
La precariedad del mandato de Puig (que ha aceptado las líneas programáticas diseñadas desde Podemos pese a que los de Antonio Montiel han descartado formar parte del Ejecutivo) puede agravarse tras las próximas elecciones generales, donde se perfila una candidatura conjunta entre Compromís y la formación de Pablo Iglesias.
Pinza en las generales
Si, llegados a ese caso, la suma de ambos (ahora ya bajo una misma papeleta ) supera como es previsible a la del PSPV, Puig afrontará el primer gran trance de la legislatura en un tripartito en el que la correlación de fuerzas cambiaría. Hasta ahora, la baza del futuro presidente de la Generalitat para reclamar el puesto ha sido que su formación fue la más votada de entre todas fuerzas de izquierdas en las pasadas elecciones autonómicas.
Pese a ello, sus registros son peores que los de candidatos de otras autonomías que, salvo sorpresa, quedarán en la bancada de la oposición durante la presente legislatura. Son los casos de Murcia (donde el líder socialista en la región obtuvo el 24,3 por ciento de los votos) o de La Rioja, con un 27,2 por ciento, casi siete puntos más de los que logró Ximo Puig en la cita con las urnas del pasado 24 de mayo.
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