PERFIL
Rita Barberá, la alcaldesa «eterna»
La dirigente del PP dice adiós al Ayuntamiento de Valencia tras veinticuatro años que resumen la transformación de la ciudad
Rita Barberá Nolla (Valencia, 16 de julio de 1948) se marcha con «orgullo y dignidad». El pasado 24 de mayo su candidatura volvió a ser la escogida por un mayor número de valencianos (105.963) como había sucedido de forma ininterrumpida desde 1995. Cuatro años antes accedió a la Alcaldía gracias a un pacto entre el Partido Popular y la extinta Unión Valenciana de Vicente González Lizondo. Casi un cuarto de siglo después, la artimética electoral se ha vuelto en su contra. Un tripartito liderado por Compromís, un PSOE en las horas más bajas de su historia y la marca blanca municipal de Podemos aupará al nacionalista Joan Ribó, catalán de nacimiento y comunista de convicción ideológica , a la Alcaldía de la tercera capital de España.
Rita Barberá se ha despedido este viernes de las personas con las que ha trabajado en los últimos años. Desde primera hora ha visitado cuarteles de la Policía Local, retenes de los Bomberos y las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes. Ha dicho adiós a los funcionarios municipales, h a convocado una rueda de prensa y se ha marchado a compartir almuerzo con sus concejales y los colaboradores más estrechos.
La que fue calificada por su «gran amigo« Mariano Rajoy como la «alcaldesa de España» no quiere recordar los malos momentos. Preguntada por ABC por el mejor de sus recuerdos como alcaldesa lo resume en una idea: «La transformación de la ciudad». Ni propios ni extraños podrán negarle la mayor. La Valencia de hoy nada tiene ver con aquella ciudad que comenzó a gobernar Barberá a principios de los noventa.
Barberá, que presume de haber puesto en el mapa internacional a la capital del Turia (los dos últimos años se ha batido el récord histórico de pernoctaciones hoteleras) está especialmente satisfecha de haber abierto bajo sus cerca de cinco lustros de mandato más de un millar de instalaciones sociales en los barrios de la ciudad.
A Barberá, de hecho, le ha obsesionado pisar la calle. Se ha mezclado con los falleros, ha visitado jardines y ha ido de mercado en mercado. Unos recintos en los que, durante la campaña electoral, comenzó a visualizar que su mayoría podría no resultar suficiente, como así fue. Aunque hasta el último momento trató de buscar un acuerdo que impidiera la llegada de un tripartito al gobierno local, la aritmética lo ha evitado y ha optado por dar un paso atrás . Seguirá «vigilante a lo que suceda, volverá a la presidencia del grupo parlamentario popular en las Cortes Valencianas (un lugar que ya ocupó en la bancada de la oposición) y seguirá orgullosa de «un honor que ya nadie me podrá quitar nunca: haber sido durante veinticuatro años la alcaldesa de todos los valencianos». Nunca en la historia nadie había permanecido más años con la vara de mando de la ciudad.
Noticias relacionadas