VERLAS VENIR

¿Solo sexo? II: el trío

«Toni no tenía problemas en el concepto trío. Se le veía absolutamente convencido»

juan zumalde

Se ponga usted como se ponga, para hacer un trío, en cuestiones de amor y sexo, hay dos cosas absolutamente imprescindibles. La primera de ellas es estar convencido al 100 por cien de que realmente se quiere hacer. Y luego, además, hay que tener mucha suerte. Si no se dan las dos circunstancias, la voluntad y la fortuna, la aventura del trío acaba en drama de la pareja y de ahí a la nada.

Después de que Toni y Ali no lograran ponerse de acuerdo en quién de los dos iba a ser líder de su historia de amor, Pedro, el pretendiente madrileño de Ali envió a su embajador en Valencia, Xavi, para analizar si podían hacer un trío.

El caso es que se sentaron los tres, Xavi, Ali y Toni para ver como se organizaban. Toni no tenía problemas en el concepto trío. Se le veía absolutamente convencido. Ahora, eso sí, insistía, aunque fuera a través de persona interpuesta, en la necesidad de que él debía ser el capitán de ese barco. Ali, cómoda con sus dos acompañantes, se empeñó en decir que antes de saber quién era el capitán había que saber que cosas iban a hacer juntos los tres. Y Xavi les dijo a los otros dos que él, el día de la gran fiesta, estaría con ellos, pero que luego ya para el día a día ya irían viendo. Vamos, que no era partidario de relaciones estables en este momento, que ya verían dentro de unos meses qué y con quién.

El trío pues se antojaba un escenario con intereses asimétricos lo que cuando menos cuestionaba el convencimiento de alguno de sus componentes, básicamente de Xavi, sobre las posibilidades reales de esta relación. O sobre la estabilidad de la misma. Porque eso de ser parte de un trío amoroso, pero acudir a las citas solo en función de intereses puntuales cuestiona la entrega. Cuestiona el amor.

Así es que a este trío le faltaba algo importante: el pleno convencimiento de todos sus componentes de la práctica que iban a poner en marcha. En estas circunstancias, lo segundo necesario, la suerte, ya no tenía que ser mucha. Tenía que ser muchísima para que la relación realmente funcionase y fuese fructífera.

Así es que así las cosas, no es de extrañar que Toni siguiese mirando de reojo a Enma. Por lo que pudiera pasar. Ya veremos esta semana.

¿Solo sexo? II: el trío

Noticias relacionadas

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación