LAS NEGOCIACIONES DEL TRIPARTITO

Podemos tutelará el nuevo Gobierno valenciano pese a ser la fuerza menos votada

Los socialistas aceptan una subida de impuestos y la aprobación de una ley que «asegure el derecho a la vivienda»; el partido de Iglesias facilitará el pacto pero perfila un frente junto a Compromís con el horizonte de las elecciones generales

Podemos tutelará el nuevo Gobierno valenciano pese a ser la fuerza menos votada EFE

a. caparrós

Podemos tutelará el próximo gobierno de la Generalitat con apenas un 11,2 por ciento de los votos. A pesar de quedar como quinta y última fuerza política en el Parlamento autonómico, los trece escaños de la formación que lidera Antonio Montiel son claves para garantizar la única opción viable artiméticamente, que pasa por la suma de PSPV (veintitrés), Compromís (diecinueve) y los trece asientos de Podemos: 55 parlamentarios que superan en cinco la mayoría absoluta que permitiría formar gobierno y garantizar la estabilidad durante la próxima legislatura.

Podemos impondrá el aumento de la presión fiscal a las rentas más altas , la aprobación de medidas para evitar desahucios y políticas para combatir la corrupción. Ninguna otra alternativa tiene visos de prosperar y los socialistas de Ximo Puig están en manos de la pinza de Compromís y Podemos, dos partidos unidos por la afinidad de sus líderes, verbalizada en los elogios de Pablo Iglesias a Mónica Oltra, y que perfilan una alianza para las próximas elecciones generales .

En esa clave, Podemos evitará formar parte de un gobierno con los socialistas (su principal rival en las legislativas), pero no dinamitará la posibilidad de que la izquierda recupere el poder después de dos décadas, algo que sus votantes no entenderían. Además, en muchas localidades las marcas blancas que representan a la formación de Iglesias en los ayuntamientos necesitan de acuerdos a varias bandas para gobernar.

Como si de una partida de ajedrez se tratara, el PSPV ha amagado con simular una voluntad de pacto con Ciudadanos . Pero la suma de ambos es pírrica (36 escaños) y requeriría de la abstención del PP (que cuenta con 31 diputados) en la investidura de Puig. Una utopía aunque los socialistas hayan abierto contactos con los dirigentes de Albert Rivera en busca de una entente, que tiene más visos de pose (para forzar a Podemos y Compromís a un acuerdo que devuelva al PSPV la Presidencia de la Generalitat veinte años después) que de negociación formal.

El tercer escenario, que pasaría por dejar fuera del pacto de izquierdas a los socialistas, no tiene tampoco sustento matemático. Podemos estaría dispuesto a entrar en un Consell con Compromís, pero ambos suman 32 escaños, solo uno más que el PP, desahuciado desde la misma noche electoral. Montiel y Oltra tendrían enfrente a dos tercios de los diputados de las Cortes que impedirían la gobernabilidad.

Una única alternativa

Con los números encima de la mesa, la única opción cabal que evitaría la convocatoria de unas nuevas elecciones, pasa por el pacto a tres entre PSPV, Compromís y Podemos , que con Antonio Montiel a la cabeza ya ha tomado las riendas de la negociación. El lunes sentará en la misma mesa a Puig y Oltra, enfrentados por un mismo objetivo: ocupar la Presidencia de la Generalitat.

Mensajes cruzados

El primero esgrime sus 505.186 votos frente a los 452.654 de la segunda, quien ayer pidió a todas las partes que «bajen el ego» y dijo que «no es imprescindible» que sea presidenta . Hasta el 11 de junio no se constituyen las nuevas Cortes y desde ese momento hay un plazo de doce días para presentar candidaturas a la Generalitat.

A pesar de que Montiel defiende su autonomía respecto a la dirección nacional, Iglesias ha impuesto las directrices: «Podemos no entrará a formar parte de un gobierno presidido por el PSOE». Sin embargo, facilitará las investiduras y los pactos siempre que se lleven a cabo medidas en dos ámbitos: «La lucha contra la corrupción y los planes de rescate a los ciudadanos».

Puig ha captado el mensaje y propone para comenzar a hablar una «Unidad Anticorrupción», una «Oficina de la Transparencia Pública» y la creación de la «Comisión autonómica de ética». En materia tributaria, Podemos plantea la reducción del mínimo exento en el impuesto de patrimonio a los 400.000 euros frente a los 700.000 euros aplicables de manera general.

Además, exige la supresión de las bonificaciones regresivas en el tramo autonómico del IRPF y la aplicación de bonificaciones a las rentas medias y bajas en el impuesto de sucesiones y donaciones.

El PSPV propone una escala de gravamen creciente en el impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales. Puig prevé también elevaremos el tipo de gravamen aplicable a las adquisiciones de bienes de lujo y aplicar la progresividad en el tramo autonómico del IRPF. En el apartado de «rescate ciudadano» que exige Podemos en consonancia con Compromís, el PSPV ofrecerá la aprobación de una Ley autonómica por la Función Social de la Vivienda, «que configure un marco legal de garantías para asegurar el derecho a una vivienda».

Podemos tutelará el nuevo Gobierno valenciano pese a ser la fuerza menos votada

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