LAS NEGOCIACIONES DEL TRIPARTITO
Ximo Puig advierte a Compromís de que la Presidencia está fuera de la negociación
El líder del PSPV fija esa línea roja y avisa de que si no hay pacto con Compromís virará hacia Ciudadanos; Pedro Sánchez asume que la legislatura puede tener un «alto coste» para los socialistas valencianos
![Ximo Puig advierte a Compromís de que la Presidencia está fuera de la negociación](https://s3.abcstatics.com/Media/201505/28/puigsolsona--644x362.jpg)
El reparto de escaños autonómicos y municipales fruto de las elecciones del pasado domingo ya avanzaba que la estabilidad en los gobiernos ha pasado al recuerdo, con la ruptura del bipartidismo de PP y PSPV. La dificultad para conformar pactos estables en ejecutivos multicolores se daba, de hecho, por descontada. No obstante, el grado de exigencias de Compromís para cerrar su coalición con el PSPV amenaza con torpedear dicho acuerdo antes incluso de que se firme.
La Generalitat no ha escapado a la pluralidad emanada de las urnas, que ha determinado que la mayoría no gobierne y sí lo haga una suma de minorías –pero no todas ellas–. Entre los resultados de la izquierda sobresale (por poco) el PSPV, y su secretario general y candidato el pasado domingo, Ximo Puig, pretende hacer valer ese mayor grado de apoyo . No obstante, las conversaciones con Compromís no están resultando, como se preveía, nada fáciles, y quienes están negociando por el bando socialista –entre ellos Ciprià Císcar y Josep Moreno– destacan la «insaciabilidad» de los nacionalistas de izquierda .
La Presidencia de la Generalitat ha sido y es una obsesión para Mónica Oltra , cuyo concepto político es muy personalista –algo que ya sufrió el líder del Bloc, Enric Morera, en sus propias carnes–. No obstante, Ximo Puig tiene permiso del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para negociar como considere con Compromís y con Podemos –que no gobernará pero sí se abstendrá en favor de ese pacto, si llega–.
La línea infranqueable de la negociación es precisamente la Presidencia . O Puig es el próximo jefe del Consell o no habrá pacto. Esta es la decisión que el líder del PSPV trasladó ayer a Compromís, acompañado de un «sobre todo lo demás podemos hablar». Los socialistas valencianos –pese a tener los peores resultados de la serie democrática– no perdonarían a Puig que dejara escapar la Presidencia con más votos que Oltra, y que renunciara a liderar la región después de más de dos décadas sin triunfos.
Puig amenazó con virar el rumbo de los pactos hacia Ciudadanos si las conversaciones se dilatan y Oltra no deja de insistir en ser ella la presidenta. Y es que la aritmética del Parlamento autonómico valenciano permitiría que la suma de los 23 diputados del PSPV y los 13 de Ciudadanos sumaran más que los de Compromís (19) y los 13 de Podemos. Y mientras, el PP con 31 diputados, asiste atónito al baile.
La prioridad para Ximo Puig, advertencias al margen, es cerrar el acuerdo con Compromís debido a la gran cantidad de pactos locales que se podrían derivar de este acuerdo, y que proporcionará a las dos formaciones una ingente cantidad de Alcaldías en las tres provincias de la Comunidad.
Entre ellas, algunas de gran transcendencia como la ciudad de Valencia, donde Joan Ribó sigue esperando a ver si progresa el pacto autonómico para poder cerrar el acuerdo que le convierta en el próximo alcalde de la capital del Turia. Ribó, algo inquieto ayer por la demora, explicó que «sería deseable tener una negociación diferenciada en Valencia».
Esta petición se encontró ayer con el muro de los socialistas valencianos que «en ningún caso» van a desligar una negociación de la otra . Y si finalmente no se produjera el pacto con Compromís, algo impensable a día de ayer, tampoco apoyarían a Ribó y dejarían que el PP gobernara en minoría el Ayuntamiento del «cap i casal» .
Preocupa a los socialistas, eso sí, la forma de comenzar la legislatura, ya que las dificultades para conformar el pacto auguran que la acción de Gobierno, llegado el momento, puede resultar muy complicada.
La experiencia del PSC
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, asumió en su conversación con Puig que este mandato con el PSPV al frente puede tener un «alto coste» para el socialismo valenciano, ya que las experiencias previas de este tipo de pactos no han supuesto nada bueno a medio plazo para los socialistas. La conformación del tripartito en Cataluña en 2006 entre PSC, ERC e ICV fue el ejemplo analizado.
Desde entonces el PSC ha entrado en una espiral de pérdida de apoyos entre los catalanes –a favor de los nacionalistas y otras opciones–. El pasado domingo en Barcelona los socialistas perdieron 7 de sus 11 concejales respecto a 2011. La voracidad de Compromís puede hacer que la ciudadanía acabe por percibir que la pata fuerte del pacto es la nacionalista, pese a que sea el PSPV quien ostente la Presidencia, para futuras elecciones.
Otra preocupación para el PSPV es la difícil situación económica que atraviesa la Comunidad, por lo que califica de «urgente» configurar un gobierno con un programa «que comience a resolver los problemas de la gente».
Mónica Oltra, mientras, piensa en el futuro electoral inmediato y poder formar una coalición con Podemos en las generales que le lleve a un resultado más potente que el PSOE, y que condicione el devenir de la legislatura.
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