en tercera persona
El récord de Sorolla
Tras el récord de cotización de Picasso, ahora le había llegado el turno a Sorolla. El maestro malagueño había conseguido batir su marca de cotización al haberse vendido una de sus versiones de "Las mujeres de Árgel" de Delacroix por 179 millones de dólares en la casa de subastas Christie's. Picasso - que en cuanto a volumen anual de facturación a través de subastas ya era el líder - desbancaba así del podio de los artistas más cotizados a Francis Bacon, quien había vendido en 2013 uno de sus trípticos por 142 millones de dólares. Por cierto, ambos artistas tuvieron en su día exposiciones individuales en el IVAM.
Por su parte, las cifras de Sorolla eran mucho más modestas en comparación con estos dos artistas. El precio más alto alcanzado por el pintor valenciano eran los 4.869.000 de dólares que un coleccionista había pagado en una subasta de Sotheby's en Nueva York en 2013 por la obra "Buscando mariscos. Playa de Valencia". La obra que ahora pretendía alzarse con el trono económico también era de una escena de playa - las más buscadas por los coleccionistas - que, en este caso, correspondía a tres hermanas pequeñas que paseaban cogidas de la mano por la orilla del mar. Christie's iba a subastar este lienzo en Londres el próximo 15 de junio con un precio estimado de entre tres y cinco millones de euros.
Algunos se echaban las manos a la cabeza cuando veían estos altos precios y hablaban de especulación y burbuja en el arte contemporáneo. Sin embargo, no había que olvidar que el mercado del arte no era tan caprichoso como pudiera parecer. Sorolla era de los pocos artistas españoles que tenían obra en colecciones de museos tan prestigiosos como el Metropolitan de Nueva York, el Museo de Bellas Artes de Boston, el Museo Getty de Los Ángeles, el Art Institute de Chicago, el de Filadelfia, el museo de Orsay, la Galería Nazionale de Venecia o el Museo del Prado. Nadie pagaba esas cantidades por cualquier obra de arte. En esta vida, todo tenía un porqué.