ELECCIONES AUTONÓMICAS

El debate «a siete» visualiza la formación del frente anti PP

Todos los candidatos se unen contra Fabra, salvo las de UPyD y Ciudadanos

El debate «a siete» visualiza la formación del frente anti PP JUAN CARLOS SOLER

D. MARTÍNEZ

El debate «a siete» entre candidatos autonómicos organizado anoche por los periódicos «Información» y «Levante» en el Auditorio de la Diputación de Alicante (Adda) permitió visualizar sin fisuras la formación de un «frente anti PP» integrado por las cuatro fuerzas de izquierdas participantes, del que solo se distanciaron –aunque compartiendo buena parte de sus postulados– las aspirantes de Ciudadanos y UPyD (que finalmente formó parte de los contendientes tras un fallo de la Junta Electoral que forzó su inclusión, no prevista inicialmente).

De esta forma, el presidente de la Generalitat y candidato del PPCV, Alberto Fabra –que se situó en el centro geográfico del escenario–, tuvo que hacer frente durante todo el debate a las embestidas del resto de candidatos: Ximo Puig, del PSPV; Mónica Oltra, de Compromís; Antonio Montiel, de Podemos; e Ignacio Blanco, de EU. Solo las candidatas de Ciudadanos y UPyD, Carolina Punset y Alicia Andújar respectivamente, mantuvieron un tono más propositivo , sin renunciar a la crítica, durante la confrontación de programas –aunque las propuestas de la oposición, más allá de «tirar al PP», brillaron por su ausencia–.

Punset, de hecho, rompió involuntariamente la unidad de acción de los seis candidatos de la oposición al convertirse en blanco de las críticas de Montiel, empeñado en que los populares pasen a la oposición y queden directamente excluidos del diálogo posterior al 24-M. Punset consideró que tras las elecciones «tendremos que hablar todos», algo que contrarió al aspirante de Podemos.

Más allá de los escarceos entre los dos partidos emergentes llamados a decidir el próximo Gobierno de la Generalitat – más Ciudadanos que Podemos –, al que ocasionalmente se sumó una Andújar que se ve lejos de las Cortes, el debate siguió el guión preestablecido que ya marcó el «cara a cara» entre Fabra y Puig de la víspera. No obstante, el formato de intervención libre permitió un mayor acoso al candidato popular –aunque también favoreció que pudiese obviar aquellas interpelaciones más espinosas, como las relativas al Caso Rus, al sucederse los turnos de palabra–.

Así, Fabra se aplicó a vender los indicios de recuperación económica y a insistir en sus propuestas fiscales y de reactivación económica, mientras la mayoría de los candidatos de la oposición hicieron hincapié en los casos de corrupción. Una tarea a la que se aplicaron especialmente Ignacio Blanco –que se arrogó la exclusividad de la lucha contra la corrupción en la Comunidad– y una Mónica Oltra que ignoró a los moderadores cuando le pedían que terminara sus intervenciones, y llegó a mandar callar a Fabra durante su turno de palabra.

Al final del debate se había asentado la unidad de acción del frente de izquierdas, del que cada vez queda más descolgado Ciudadanos –objeto de las críticas también de EU–. Una unidad de acción que Fabra intentó utilizar contra sus oponentes: «No hablan de programa porque van a tener muy difícil pactarlo».

El debate «a siete» visualiza la formación del frente anti PP

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