ELECCIONES AUTONÓMICAS
Podemos pasa de «aspirar» a la Generalitat a luchar por no ser quinto
La cúpula nacional se vuelca con Montiel ante la caída en picado en las encuestas del partido en la Comunidad Valenciana
La hoja de ruta diseñada por Pablo Iglesias tenía marcado en rojo el eje Madrid-Valencia como el camino más corto para catapultarse a La Moncloa. Sin embargo, el efecto Podemos se ha desinflado a medida que se acerca la cita con las urnas del próximo domingo. La formación morada partía con el objetivo de ganar las elecciones. Con más de media campaña electoral consumida, pugna ahora para lograr la cuarta plaza como mal menor . Algunos de sus mítines se han saldado con fracasos estrepitosos. En Alzira apenas congregó a varias decenas de personas en una imagen que dista mucho de la capacidad de convocatoria que llegaron a tener sus círculos.
Por ello, Podemos ha apostado por su tridente (Iglesias, Bescansa y Errejón), aunque con especial proganismo para este último.
Iglesias ha confiado la estrategia en la Comunidad Valenciana a su mano derecha en el partido. El secretario Político de Podemos, Íñigo Errejón, ya hizo campaña para que el candidato oficialista , Antonio Montiel, ganara las primarias para la Presidencia de la Generalitat, y ahora, una vez logrado el objetivo inicial, se dedica a recorrer todas las semanas los 350 kilómetros que separan su sede central de la ciudad de Valencia en busca de la remontada. Ayer, durante un mitin en un colegio público, Errejón volvió a reclamar el voto para Montiel, un cabeza de lista que no ha logrado calar entre los electores valencianos . La mayoría no le conoce y solo el 6,3 por ciento le prefiere como próximo presidente de la Generalitat. Los estrategas de Podemos no contaban con varios factores que lastran sus posibilidades electorales en la Comunidad Valenciana. El primero es el auge de Compromís. Iglesias se deshizo en elogios durante su visita a Valencia del pasado viernes hacia Mònica Oltra , la candidata a la Generalitat de la coalición nacionalista. El problema es que ambos no suman. Cada voto que cosecha Compromís lo pierde Podemos. Ambos comparten el mismo perfil de electores, sin contar a Esquerra Unida, que está al borde de quedar sin representación parlamentaria .
Podemos tampoco contaba con el factor Ciudadanos. La irrupción del partido de Alberto Iglesias no estaba en el guión. A día de hoy, el partido naranja supera al de Iglesias tanto en las encuestas para la Generalitat como en las de los principales ayuntamientos.
La marca blanca municipal
En el flanco local llega otra de las debilidades de Podemos. La formación optó por no presentar listas a las elecciones municipales. A cambio, concurre con marcas blancas que resultan difícilmente identificables para los electores. En esta línea, Iglesias trató el pasado domingo en su mitin en el Centro de Tecnificación de Alicante de captar el voto de los «socialistas de corazón». Una estrategia de desgaste hacia el PSPV. La batalla de Podemos en lo que resta de campaña pasa por intentar ser el primero de la clase entre las fuerzas de izquierdas. Lejos de su anhelo de poner en el Palau de la Generalitat la primera pica de sus gobiernos autonómicos.
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