LOCAL
Valencia otorgará las primeras 27 licencias en el Cabanyal tras más de 5 años
El Ayuntamiento empezará a tramitar las solicitudes a partir de la próxima semana
El Ayuntamiento de Valencia empezará a otorgar el próximo lunes las primeras veintisiete licencias de rehabilitación y actividad en el Cabanyal tras más de cinco años de paralización del plan urbanístico por la Orden ministerial que declaraba expolio en el barrio.
En declaraciones a EFE, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha anunciado que las 50 licencias suspendidas, ya aprobadas a falta de la concesión, se están volviendo a estudiar una a una, y que, a partir de la próxima semana, se empezarán a conceder las primeras.
En concreto, de estas veintisiete licencias iniciales, seis son de reforma de vivienda o local, diez de construcción de nueva planta, cuatro de rehabilitación de edificio y siete de reforma de comercios.
"Estamos avanzando, no sin dificultad, pero mejorando la situación del barrio", ha apuntado la alcaldesa, quien tiene "muy claro" que el futuro del barrio es "lo que quieren los vecinos que viven allí".
Como dato ha recordado que en las pasadas elecciones de 2011, "con el proyecto del Cabanyal negro sobre blanco", logró mayoría absoluta en todas las mesas del barrio, incluso en aquellas donde está prevista la prolongación, de lo que "se deduce que quieren el proyecto del Ayuntamiento".
Barberá ha resaltado que se trata de un proyecto "que se ha visto paralizado infinitamente", a pesar de tener doce sentencias a favor, nueve del Tribunal Superior de Justicia valenciano y tres del Tribunal Supremo "que dice que no hay expolio ni en el más amplio sentido de la palabra".
"A pesar de eso, se firmó la Orden ministerial que declaraba expolio e impedía absolutamente llevar adelante el proyecto y mandaba a la Generalitat a que tutelara que el Ayuntamiento no hiciera ningún acto administrativo", ha relatado.
Barberá ha calificado la Orden firmada bajo mandato del Gobierno socialista de "rotunda" y "exagerada" y ha apuntado que incluso la oposición, al darse cuenta de que "había metido la pata, hizo una cabriola" y pidió un informe de la Abogacía que dijera que el Ayuntamiento podía dar licencias pero no llevar adelante el plan.
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