Sube el pan

No puedo estar más de acuerdo con la columna de Xabier Ribera titulada «Nabucco y los partidos suflé». Estas nuevas formaciones crecen cuando se hornean y se desinflan al enfriarse. La ola mediática los pone de moda, pero a poco que escuchamos a sus representantes autonómicos sube el pan, y no lo digo por la propuesta de subir el IVA de Ciudadanos, que también, sino porque las (pocas) comparecencias públicas de la candidata Punset es para que alguien se lo haga ver.

En varias tertulias le han recriminado que responde obviedades. En una reciente entrevista se declara ciudadana del mundo y dice que no conoce Castellón porque vive en Alicante y está «bastante lejos». ¡Bravo! Mientras, la prensa sigue sacando a la luz el pasado de los principales candidatos de Ciudadanos. La práctica totalidad, ya curtidos en esto de la política. Poca regeneración podemos ver. Clásicas como Amparo Picó, que ha pasado por Unión Valenciana, el PSD y el CDL, o Jose María Murgui, un veterano que ha militado hasta en seis partidos (entre ellos PP, PSPV, UV o UPyD).

Otra de las joyas de este fin de semana fue el anuncio de Puig de contratar a un asesor -independiente, para que no se enfade nadie salvo sus correligionarios, con los que cada vez cuenta menos- que fije los proyectos para la Comunitat de 2050. Me pregunto si no tiene equipo propio para fijar un proyecto a largo plazo, y por qué no se centra en establecer un programa para los próximos cuatro años, y no para 30.

Se nota que estamos en campaña. Ha pasado la manifestación del 25 de abril sin pena ni gloria, con la ausencia de los líderes de los principales partidos progresistas, que quieren moderar y centrar su imagen a pocas semanas de la contienda. Montiel, de Podemos, fue a título personal, y ni rastro de Morera, Oltra, Puig y los suyos.