política
La corrupción, de nuevo en campaña
La oposición centra sus esfuerzos en erosionar al PP en la provincia de Valencia que puede propiciar el relevo
El espantajo de la corrupción ha vuelto a la primera línea de la política cuatro años después de protagonizar la campaña electoral de 2011 donde el expresidente de la Generalitat Francisco Camps superó la adversidad de verse envuelto en el caso Gürtel (en su rama de regalo de trajes) y logró la victoria más aplastante de su partido, aunque a la postre su carrera se vio truncada definitivamente unos meses después.
Hace cuatro años Gürtel apareció en escena sin castigo en las urnas para el PP aunque ya entonces las corruptelas se metieron de lleno en la campaña pese a que el caso se destapó dos años antes. Casualidades que permite la diferencia de tiempos políticos y judiciales.
En 2015 el panorama parece ser mimético. Esta vez con la crisis económica que sí ha erosionado, y mucho, la marca PP como gestor mayoritario de los Gobiernos autonómicos y principales ayuntamientos españoles.
La legislatura, además, ha sido pródiga en escándalos como otras ramas del propio Gürtel, caso Brugal, caso Cooperación y Emarsa, entre otros, lo que ha propiciado un caldo de cultivo de indignación y desafecto hacia la clase política.
Ahora, los esfuerzos de la oposición se centran en dos objetivos que consideran prioritarios : Rita Barberá y Alfonso Rus. Y es que la capital del Turia y la provincia de Valencia tienen un gran potencial de votantes y sus máximos representantes tienen fácil ligazón con el «campsismo».
Los jueces deberán determinar si las acusaciones son dignas de progresar en los juzgados o lo contrario. En cualquier caso, estas resoluciones no llegarán antes del 24 de mayo, por lo que las acusaciones vertidas de manera pública no tendrán réplica eficaz y sí grandes dosis de indefensión.
Alfonso Rus anda enzarzado en descubrir hasta qué punto el exgerente de Imelsa Marcos Benavent ha podido malversar caudales públicos a través de varias empresas pantalla . Y también está a la espera de conocer si las grabaciones, que éste presuntamente realizó, verán la luz. Esquerra Unida (EU) asegura que envío a la Fiscalía diez horas de grabaciones en las que el propio Rus hablaría abiertamente del cobro de comisiones.
Hay que recordar que el caso está en manos de la Fiscalía Anticorrupción desde el pasado mes de julio, por lo que han pasado justo nueve meses para que viera la luz pública a un mes justo del 24-M. EU entiende que es casualidad por los distintos tiempos que tienen la política y la justicia y el PP ve en ello un claro interés de dañar la imagen del partido en un momento que puede resultar clave.
Y es que los votantes que el PP obtuvo en 2011 y que ahora se debaten entre las dudas de la abstención, el refugio en marcas como Ciudadanos, o el «perdón» para votarles de nuevo, siguen ahí instalados en la incertidumbre a cuatro semanas de las elecciones y más aún con estos nuevos casos.
Apoyo
Rita Barberá, que ayer respaldó a Rus en su petición de que el juez le tome declaración cuanto antes para que quien hable «sea la justicia y no otros», también ha tenido su ración de denuncia por parte, en este caso, de Compromís.
El grupo que capitanea Joan Ribó en la ciudad accedió el pasado mes de noviembre a los gastos de la alcaldesa en los últimos seis años. El estudio de los mismos les ha llevado seis meses, hasta que lo han publicado a cuatro semanas de las elecciones . Curiosamente en la página web de la coalición sólo han colgado bajo el epígrafe de «Ritaleaks» los gastos de dirigentes y empleados del PP y PSPV pero no del propio Compromís y de EU que también figuran, como es normal, en ese registro de gastos que Ribó va a llevar a la Fiscalía.
Alberto Fabra ve así paralizada su estrategia de listas sin imputados y no gana para sustos, mientras que el líder del PSPV, Ximo Puig, no parece recoger rédito alguno de esas denuncias que sí alzan a Compromís y EU.
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