entrevista
María José Catalá: «La democracia debe ser alternancia con pactos, no parlamentos multicolor»
Tres hitos para 2020: «crear 400.000 empleos, mejorar la financiación y reducir el fracaso escolar». La fórmula: «buenos gestores, no caos»
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El presente y el futuro del PPCV están cambiando de manos, y una de las personas señaladas para protagonizarlo es María José Catalá (Valencia, 1981). La política de consensos que se avecina requiere de personas con ese talante y Catalá parece una pieza clave en esa función para el presidente regional, Alberto Fabra.
-A un mes de las elecciones, ¿qué clima social percibe?
-Es la campaña electoral más decisiva de las últimas que hemos vivido. Ha habido una situación social muy convulsa y económicamente estamos viendo la salida de la crisis, avalando las medidas que tomó el PP en su momento. Por ello, vamos a ganar las elecciones y los resultados van a ser mejores a medida que pasen los días.
-¿Es de las que piensa que la economía es suficiente para ganar?
-La economía familiar es determinante para ganar las elecciones. Generar puestos de trabajo y mejorar la situación de las empresas para no tener que afrontar nuevos despidos es algo más que un cuadro macroeconómico, y eso ya se está produciendo.
-¿Teme que el trasvase de votos a Ciudadanos que ya se produjo en las elecciones andaluzas vaya a más?
-El ciudadano hace un análisis reflexivo a la hora de votar y los gobernantes estamos para resolver sus problemas, y no para estar más de moda. El PP siempre ha sido elegido por los ciudadanos para sacarlos de la crisis y siempre lo hemos conseguido hacer. Ese votante verá reflejadas sus aspiraciones en el PP. ¿Habrá más votos para Ciudadanos? Supongo que sí porque el mapa político ha cambiado mucho, y hay fuerzas emergentes que me merecen todo el respeto, pero en su contra juega la inexperiencia. Los valencianos necesitan buenos gestores.
-La dinámica de mayorías absolutas se va a romper. ¿Cómo va a gestionar el PP, si tiene ocasión, esa nueva cultura de consensos?
-Es el momento de los grandes pactos en la política española para dar estabilidad a nuestro sistema democrático. Todos hemos de plantear escenarios de acuerdos y diálogo, y quien no esté preparado para ello no sabe leer el escenario político actual. Tenemos vocación de gobierno pero no miedo a dialogar, siempre y cuando los partidos con los que entablemos esas conversaciones tengan clara la estabilidad del sistema porque algunos no lo tienen nada claro.
-¿Ese pacto solo podría ser con Ciudadanos, o también con el PSPV?
-Tenemos que tener altura de miras pero hay puntos de partida que nos hacen estar más lejos de algunas formaciones políticas. Creemos en la libertad aplicada a toda la gestión económica, política, empresarial, educativa, y no en el intervencionismo. Ese es nuestro eje vertebral. Hay proyectos políticos más afines con los que se puede llegar a acuerdos puntuales.
-La legislatura ha sido dura por la crisis y la corrupción que ha marcado a la clase política ¿Teme una campaña sucia en los momentos finales?
-Hay casos que nos han hecho daño pero hemos sabido reaccionar. Tenemos una línea clara trazada y la hemos cumplido, y a veces sufriendo mucho internamente. El resto de partidos cuando tienen casos de corrupción aplican una línea que mueven cuando les interesa. Lo hemos hecho en solitario, ni siquiera nuestro partido a nivel estatal ha sido tan contundente. Los proyectos políticos son algo más que las personas y sus errores y este partido ha actuado contra la corrupción, no llevamos imputados en las listas, que se han renovado en un 70%. Fabra ha sido un dique contra la corrupción.
-¿Le preocupa la falta de liderazgo del PSPV en la izquierda?
-El problema del PSPV es que lleva 20 años sin encontrarse a sí mismo. Como demócrata que he crecido y me he formado en un marco constitucional e institucional me parece triste que el PSPV no sea una alternativa seria. Está desangrándose y no aspira ni a gobernar ni a liderar la izquierda, solo a ser comparsa. No entienden la grandeza de nuestro pueblo y pretenden convertirnos en sucursal de otras autonomías.
-El 24 de mayo, ¿entre qué deben escoger los valencianos?
-Han de escoger entre futuro, estabilidad y experiencia del PP o pasado, caos e irresponsabilidad de los demás. Nos hemos quedado como el único partido que está arraigado en la Comunidad, el resto miran hacia otro lado o simplemente han surgido en otras latitudes.
-PP y PSOE han permitido que haya fuerzas emergentes. ¿Qué es lo que se ha hecho mal?
-El PSOE se equivocó al no afrontar la crisis económica en la época de Zapatero, no decir la verdad y tomar medidas. El PP ha tenido más que el error, el ejercicio de responsabilidad, de no transmitir a la sociedad todo lo que se encontró en aquel momento y sí tomar las medidas oportunas. Y luego el mal de la corrupción que afecta a quienes han tenido responsabilidades de Gobierno nos ha hecho daño. Hay que endurecer las penas para la corrupción en el ámbito de lo público y democratizar su vida interna (duración de mandatos y listas abiertas). Son procesos que la sociedad demanda.
-Las sociedades maduras democráticamente se decantan por el bipartidismo. ¿Qué es lo que ha pasado aquí para llevar un proceso inverso?
-Es una situación en la que la crisis económica ha tenido un efecto dañino para los grandes partidos pero creo que es una cuestión puntual. Espero que la democracia avance hacia una alternancia con pactos pero no con parlamentos multicolor que no son estables.
-¿El PP valencianos se equivocó al elevar el tono de voz hacia el Gobierno central?
-No, porque gracias a ello se ha conseguido llegar a acuerdos muy ventajosos económicamente para nosotros como la financiación de la deuda a tipo cero. Es la primera vez que un Gobierno reconoce que la Comunidad Valenciana está infrafinanciada y que se va a abordar esa cuestión. Esa reivindicación ha servido y además primero nacimos valencianos y luego nos hicimos del PP y ese es el orden natural de las cosas.
-¿Hay responsabilidad de los jueces a la hora de fijar juicios en plena campaña electoral, mientras que se prohibe inaugurar infraestructuras fruto de la gestión de la legislatura?
-La justicia ha de ser igual para todos y es un poder independientes. Los tiempos no deben coincidir con los políticos y la justicia debe ser rápida. Ahora bien, si entiendo que la política no debe interferir en la justicia tampoco la justicia debe incidir en los procesos políticos y por ello hay situaciones que pueden ser evitables.
-El voto oculto sigue siendo muy elevado. ¿Cómo van a recuperar la estima de esos votantes decepcionados?
-La estrategia de la campaña debe de ser de convicción de que somos los únicos que podemos generar estabilidad, prosperidad y una época de tranquilidad. Vamos a hacer una campaña de puerta a puerta, el propio presidente va casa por casa en las poblaciones que visita. Es muy diferente a la que se hacía con grandes mítines. Es la que he hecho siempre y se consigue una relación de confianza que es básica. Trasladamos que sabemos gestionar en la adversidad y mucho más en épocas de bonanza. Esto es lo que nos tiene que avalar para ganar las elecciones y recuperar a esos votantes que en su momento depositaron su confianza en nosotros.
-Si tuviera que escoger tres grandes objetivos para la próxima legislatura, como si de un podio se tratara, ¿cuáles serían?
-En primer lugar y casi de manera compartida dos cuestiones: la creación de empleo y el cambio del modelo de financiación. Generar 400.000 empleos durante la próxima legislatura es la mejor receta para activar la sociedad. Por otro lado, acceder a la reivindicación justa del cambio de ese modelo que mantiene a la región infrafinanciada es también fundamental. Son los dos grandes objetivos del proyecto del Partido Popular para la Comunidad Valenciana. Eso es lo que cualquier miembro del Gobierno que encabeza Alberto Fabra tiene totalmente interiorizado. En un segundo escalón, pero no menos importante, considero que hay que luchar por alcanzar la rebaja del porcentaje de fracaso escolar pactado con la Unión Europea, esto es, luchar durante cuatro años para dejarlo en el 15%. Es clave para el futuro de la sociedad valenciana.