fil de vint
El cantante
Pues no. El título del artículo no se refiere a la canción de 1978 de Rubén Blades, ni al disco homónimo de Andrés Calamaro de 2004 -que incluía una particular versión del «hit» del músico, actor y político panameño-. Me refiero al cantautor, escritor y sociólogo Rafa Xambó, quien fuera el representante de Compromís en el consejo de administración de Radio Televisión Valenciana desde 2011 hasta su cierre. Xambó se molestó cuando me referí a él -en una información publicada hace ya años- como «cantautor», a pesar de que lo es, porque consideró que lo hacía con ánimo peyorativo. Así que esta vez probaré con el término «cantante» para evitar suspicacias, pues llegó a sospechar, incluso, que en mi voluntad estaba el menospreciar la cultura valenciana -como si la cultura valenciana fuera exclusivamente aquello que han decidido Xambó y Acció Cultural que sea, pero ese es otro tema-.
Resulta que el cantante, escritor y sociólogo se enteró el jueves a través de un «tuit» de que el portavoz parlamentario de Compromís esta legislatura y «número dos» por Valencia el 24-M, Enric Morera, iba a participar en el debate electoral a cuatro organizado por ABC en el Palacio de Colomina del CEU. Patidifuso, Xambó replicó lo que sigue: «Ja són ganes, Enric. Que no et passe res». Seguramente, Xambó temía que la iniciativa de ABC, destinada a dar a conocer a los valencianos las propuestas programáticas de los partidos con representación parlamentaria -y que fue saboteada por Ximo Puig, pese a lo cual he de agradecer la presencia de Manuel Mata en su lugar- fuera en realidad una encerrona para comernos al secretario general del Bloc y evitar que se presente a las elecciones . Porque eso es a lo que debe pensar el sociólogo, cantante y escritor que nos dedicamos aquí. Supongo también que, si por él fuera, ABC desaparecería de los quioscos de la Comunidad. Para conjurar el peligro.
Por desgracia, los prejuicios de Xambó no son ajenos entre la izquierda a la izquierda del PSPV. Y ni siquiera los socialistas se libran. Vuelvo a Ximo Puig: quiero dar por buena la explicación de su equipo para justificar su «espantada» del debate organizado el jueves por ABC -el temor a que Alberto Fabra hubiera tenido más tiempo para prepararlo y un compromiso previo con la Ser-, pero sospecho que, si el organizador del «cara a cara» hubiera sido un medio con el que Puig sintiera más afinidad, no se habría borrado a una semana de la celebración.
Otro ejemplo. El secretario general del Partit Comunista del País Valencià y candidato de Esquerra Unida en Paterna, Javier Parra, tachó a esta cabecera de «fascista», también en redes sociales. La excusa, una información sobre el uso de la efigie del Ché Gevara en un cartel del partido. Un correligionario de Parra nos acusó de ser «el periódico que leían los fachas que fusilaron a Miguel Hernández». Acusación que revela no solo el carácter profundamente sectario de quien la lanza, sino también un alarmante desconocimiento de la historia, o voluntad manipuladora. Y no solo porque Miguel Hernández -de quien reproducimos una magnífica fotografía en la exposición «25 años de ABC en la Comunidad Valenciana», en El Corte Inglés de Sorolla en Valencia- no murió fusilado, sino de tuberculosis en la cárcel de Alicante. También porque, cuando el genial poeta fue detenido, quienes leían ABC eran los republicanos que habían expropiado la empresa a la familia Luca de Tena al inicio de la guerra civil. Por no hablar del hecho de que ABC fue el único periódico que, ya devuelto a sus legítimos propietarios, se enfrentó a la dictadura.
La razón para estos dislates es que quienes los sostienen miran el mundo bajo un prisma maniqueo de «buenos y malos». Los «buenos» son ellos, por supuesto. Faltaría más. Y están deseando llegar al poder para que los «malos» nos enteremos de lo que vale un peine.