FIL DE VINT
«Estabilidad» para el Consell
«Máximo Buch, Manuel Llombart, Juan Carlos Moragues... podrían haber presentado su hoja de servicios y volver corriendo al sector privado»
La inclusión de todos los consellers -excepto Asunción Sánchez Zaplana, flamante alcaldable del PP en Alicante - en las listas autonómicas del PPCV a las Cortes no obedece solo al deseo del presidente y candidato popular, Alberto Fabra, de reconocer el trabajo de sus compañeros de Gobierno. Antes al contrario, se trata de una clara declaración de intenciones sobre la futura composición del Consell de la Generalitat a partir de junio, si los populares valencianos logran revalidar la mayoría.
Fabra está más que satisfecho con el trabajo desplegado durante los últimos años por «su» Consell -en el que siguen algunos de los consellers designados por su predecesor, Francisco Camps, pero donde destacan sobre todo los «fichajes» propios del presidente para enfrentarse a una de las etapas más complicadas de la Comunidad Valenciana en los últimos tiempos-. De forma extraoficial, el presidente ya ha hecho saber a los miembros de su Gabinete que, si los votantes les otorgan de nuevo su confianza, contará de nuevo con el grueso del actual Consell.
En este sentido, se prevé que solo haya dos excepciones. La de la propia Sánchez Zaplana, lo que obligará a buscar un nuevo titular de Bienestar Social -pata fundamental en las políticas autonómicas en la recta final del mandato, y que lo seguirá siendo el que viene-, y la del vicepresidente, José Císcar, cuyo desembarco en la Diputación de Alicante obligará a «ascender» a uno de los actuales consellers -quizá María José Catalá, actual portavoz- y a buscar un nuevo titular para Agricultura. Es decir, el relevo se producirá en lo que viene siendo la «cuota» alicantina.
De ahí que todos los consellers ocupen puestos de salida en la candidatura autonómica -muchos no eran diputados- y que la mayoría afronte el fin de la VIII Legislatura autonómica en la Comunidad no como el final de una etapa, sino como un punto y seguido en un proyecto a largo plazo que empieza a dar sus frutos pero que todavía está por consolidar.
Máximo Buch, Manuel Llombart, Juan Carlos Moragues... podrían haber presentado su hoja de servicios y volver corriendo al sector privado, pero han preferido implicarse más si cabe en un proyecto en el que creen, formando parte de una candidatura que los vincula a las siglas del PPCV y a la propuesta política de Alberto Fabra. Un «gesto», si se quiere, pues no hacía falta ir en las listas para seguir siendo consellers, en defensa de la idea de «estabilidad» que los populares quieren convertir -junto a la regeneración- en su principal baza para estas elecciones.
dmartinezjorda@abc.es