Juan Carlos desquicia al Villarreal

La perseverancia del Villarreal en lo ofensivo se formuló en ocasiones claras de gol. El caso fue que la ineficacia y las intervenciones de Juan Carlos, vital para el Córdoba, dejaron el negociado en tablas y sin goles. El buen arranque, pero tibio en los últimos metros, de los andaluces lo replicó el equipo de Marcelino con su fútbol reconocido, pero sin capacidad anotadora. La madera, a chuts de Campbell y de Gerard, sonó hasta dos veces para el Villarreal. Por lo hecho, el punto ya fue premio para los visitantes.

Anulados en su capacidad de eficacia frente a la portería contraria, desarrollaron villarrealenses y cordobeses un primer tiempo con excelente ritmo. Veloz por lo general, aunque por momentos descontrolado. Chispazos ambiciosos, pero sin que unos u otros fuesen capaces de resolver.

Un zapatazo desde la frontal de Joel Campbell a poco del inicio hacía temblar el larguero de Juan Carlos. Espoleó esto a los andaluces, urgentemente necesitados de puntuar de tres en ese angustioso intento por evitar que el sueño de Primera se acabe. Complejo es ese negociado, pero las matemáticas mandan. El caso es que con un juego directo y veloz se asomaron con peligro por la portería de Asenjo. Bebé y Florin se mostraron referentes, mientras Cartabia se empeñaba en el individualismo, perdiendo balones sin cesar. Replicó el conjunto de Marcelino con otro balón a la madera. Gerard envió con la zurda el balón pegando en la madera cerca de la cruceta. Pasada la media hora, el monólogo fue local, aunque sin eficacia.

La vuelta tras el descanso mantuvo la perseverancia local. Alertó pronto con un centro por el costado izquierdo de Jaume Costa y un remate de cabeza de Cheryshev que obligó a Juan Carlos a volar para evitar el gol castellonense. Se cultivó un ritmo con menos revoluciones. Lo eléctrico lo procuró el Villarreal, siempre con criterio en el juego. Los cordobeses se proyectaban espesos. La clave era encontrar a Florin. Cuando se buscó el remate no llevó peligro.

Caían los minutos, pero la aparente superioridad local no se traducía en goles. Marcelino recurrió a Vietto, recuperado de una lesión, para encontrar ese toque diferente que tiene el argentino. Pero fue Campbell con otro zurdazo desde fuera del área el que hizo brillar de nuevo al meta del Córdoba con una estirada soberbia. Juan Carlos sostuvo hasta el final a los suyos ante las llegadas locales frenando a Jonathan, Vietto o Víctor Ruiz.