Calabuig lamina a los críticos y reabre el debate interno con la lista para el 24-M

El candidato socialista a la Alcaldía de Valencia, Joan Calabuig, ha presentado la lista electoral para el próximo 24 de mayo a la ejecutiva local del PSPV y su confección ha levantado ampollas en la organización. Calabuig, como se esperaba, no ha cedido apenas a otras sensibilidades del partido y la renovación de la lista no se la ha aplicado en sus propias carnes.

Calabuig es el único que repite en la lista, junto a dos de sus actuales concejales y coloca a otras personas de su estricta confianza en los puestos de salida. Así, después del candidato irá como número dos la abogada Sandra Gómez que ha llevado la denuncia del PSPV en el Caso Nóos y que ha puesto en jaque al vicealcalde Alfonso Grau y en el puesto número tres irá Vicent Sarriá, persona leal a Calabuig.

La primera concesión llega en el puesto número cuatro y será para Maite Guirau, funcionaria de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Valencia, y que se incardina en la órbita de José Luis Ábalos (el líder de la minoría mayoritaria del PSPV en la ciudad y sin el cual Calabuig nunca hubiera sido candidato en 2011).

Esa es la única excepción, ya que en el quinto puesto entra a propuesta de la Federación de Servicios Públicos de UGT Ramón Vilar, quien ya estuvo como concejal en los años noventa. El sexto puesto es para la actual concejala Anaïs Menguzzato y es la última con opciones seguras de entrar en el Ayuntamiento.

Y es que las encuestas le dan a los socialistas entre 5 y 7 concejales según el muestreo . Ese puesto número siete de la lista es pues de «sufridor» y será para Aaron Cano, también de la órbita de Ábalos pero que tendrá difícil su escaño. Quien lo tendrá todavía más difícil, a tenor de esas encuestas es la jefa de gabinete de Calabuig, Pilar Bernabé, mientras que Martín Navarro, secretario de Poblats del Nordy afín a Ábalos, figura en la novena plaza sin opciones reales.

La situación dibujada por Calabuig abre la puerta a que las disensiones internas se apoderen de la formación en la ciudad de Valencia si el resultado el 24-M es malo. La tentación de impulsar un revulsivo que haga remontar las expectativas del PSPV en el principal vivero de electores de la Comunidad Valenciana crecen pues con el autoritarismo de Calabuig.