el problema del agua
Narbona se enzarza en Twitter en defensa de la desalación en plena crecida del Ebro
La exministra socialista, que derogó el PHN en 2004, critica que la mayor desaladora de Europa, en Torrevieja, esté parada
Las constantes crecidas del Ebro por las lluvias del último mes no solo han «resucitado» la reclamación de un trasvase en las zonas más afectadas por la sequía de la Comunidad Valenciana y Murcia. También han traído de vuelta a una política que llevaba años alejada de los focos y de ingrato recuerdo en el Levante español: la exministra socialista Cristina Narbona.
Narbona, responsable (como titular de Medio Ambiente en el primer Gabinete de Jo0sé Luis Rodríguez Zapatero) de la derogación parcial del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en 2004, y de la sustitución del trasvase del Ebro por una red de desaladoras a lo largo del litoral murciano y valenciano, se ha enzarzado en Twitter con varios usuarios en defensa de su apuesta por la desalación, concretada en el Plan AGUA.
En la discusión virtual iniciada por un dirigente del PP de la localidad valenciana de Alfafar, Narbona ha defendido su apuesta por las desaladoras y ha negado que el trasvase del Ebro hubiera evitado las crecidas del río. A continuación, varios usuarios de Torrevieja se han enzarzado con la ministra, para recriminarle la inversión de 300 millones en una planta que sigue parada. Narbona ha defendido que el precio del agua desalada (que iba a ser subvencionada por su Gobierno) era asumible, mientras que no había precio para el agua del trasvase. En cambio, sus «adversarios» le han recordado que el metro cúbico del Tajo-Segura cuesta 0,12 euros, mientras que el de la desaladora de Torrevieja sería de 0,85 euros.
El Gobierno de Zapatero invirtió más de 500 millones de euros en distintas plantas desaladoras en la Comunidad Valenciana, de las cuales solo una (la ampliación de una desalinizadora que ya funcionaba en Alicante antes de la victoria socialista) ha aportado algún hectómetro cúbico al caudal disponible en la zona. El resto siguen en obras, en proyecto o, directamente, están paradas a pesar de haber sido terminadas.
El principal problema para dichas plantas es que su alto coste energético y, en consecuencia, el alto precio resultante para el metro cúbico hacen que los regantes de la zona, sus supuestos principales beneficiarios, no quieran recurrir al agua desalada. El «buque insignia» del plan de Narbona, la desaladora de Torrevieja, sigue parada pese a haber sido terminada hace más de un año.
Noticias relacionadas