Ernesto Alterio se lanza a bailar en La Rambleta

Ernesto Alterio ya nos demostró en “En el otro lado de la cama” su predisposición a transgredir su habitual registro interpretativo. En la película de Emilio Martínez Lázaro, el actor argentino se lanzaba a cantar y bailar sacando el máximo partido a su amateurismo. Trece años después, vuelve a repetir la experiencia, pero añadiéndole más dificultad. En esta ocasión Alterio se rodea de bailarines profesionales como Chevi Muraday, reconocido con el Premio Nacional de Danza en 2006. Juntos llevan adelante un montaje escénico que fusiona movimiento, música y palabra.

“En el desierto” es el título de esta obra, estrenada el año pasado en el Matadero de Madrid y que arranca en Valencia su gira española. Para celebrar su tercer aniversario, el centro cultural La Rambleta acogerá este domingo la única función de este espectáculo. El reparto se completa con Ana Erdozain, Sara Manzano, David Picazo y Maru Maldivieso (“Los amantes del círculo polar”, “Hospital central”).

La alusión al desierto sirve aquí como metáfora “para hablar del lugar al que se ha visto relegada la cultura”, explicaba ayer Ernesto Alterio durante la presentación del montaje. El argumento gira en torno a siete personajes de muy distinta condición que son expulsados de su lugar de origen y coinciden en un lugar incierto, abocados a la nada. Ante la necesidad de sobrevivir, unen fuerzas para atravesar juntos “el desierto”.

El inicio de la gira se produce en medio del debate abierto sobre el IVA cultural del 21%. Precisamente Rajoy abría la puerta el lunes durante el debate del Estado de la Nación a una futura rebaja del impuesto. “El Gobierno tiene que hacerlo, pero ya. Que no espere al siguiente trimestre, porque es casi un milagro que las pequeñas compañías no hayamos desaparecido pagando un 21%”, apunta Chevi Muraday, fundador de la compañía Losdedae y director del espectáculo.

“No hemos querido hacer un montaje agresivo ni panfletario -añade Muraday-, solo contar la realidad”. “Creo que la obra tiene también un mensaje esperanzador; en el desierto siempre nos queda la posibilidad de la creación artística para hacer el lugar más habitable”, comenta Alterio. Esta aclaración viene subrayada por la coreografía, en la que los actores se implican directamente en la transformación del paisaje escénico. A lo largo del obra, los personajes arrastran varias plataformas móviles, buscando modos de adaptarse al contexto y encontrar de nuevo su lugar en el mundo.

Para el actor argentino –que está a punto de presentar dos nuevas películas -, este trabajo ha exigido una preparación física intensa. Cinco horas diarias de ensayos para “ponerse a tono”. ¿Siente vértigo al salirse de su registro? “No he tenido miedo porque siempre me ha interesado explorar otras maneras de hacer mi trabajo que sean universales y pueda comprenderlas cualquier persona. Esta ha sido una de las experiencias más alucinantes y enriquecedoras de mi carrera”, concluye el actor