POLÍTICA
Puig critica el «clientelismo político» mientras mantiene a Orengo y Navarro en sus cargos
El líder del PSPV carga en una conferencia contra el «clima social que ha propiciado la impunidad» contra la corrupción

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido este lunes la necesidad de abordar un "acuerdo ciudadano" en torno a las necesidades básicas de la Comunitat y ha criticado el "clima social que ha propiciado la impunidad -en torno a la corrupción- y el clientelismo político ". Puig ha hecho estas aseveraciones delante del exalcalde de Gandía y miembro de la ejecutiva del PSPV, José Manuel Orengo, imputado en una causa judicial, y apenas tres días después de que UPyD le reprohara su «tolerancia ante supuestos casos de corrupción» , como la causa por «enchufismo» que se instruye contra el alcalde de Benidorm y candidato socialista en las próximas elecciones, Agustín Navarro.
El secretario general del PSPV, que hoy ha ofrecido una conferencia en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea, ha abogado por " aparcar durante un tiempo" lo que divide y unirse "por lo importante: la revitalización de la democracia, un acuerdo sobre los pilares del bienestar social, la reforma de la administración pública y el consenso sobre el modelo productivo que necesitamos".
También ha reiterado su idea de "poner sobre la mesa el problema valenciano", reivindicar una nueva financiación autonómica y reclamar la deuda histórica.
En su intervención ha reconocido que tiene intención de convertir al PSPV-PSOE en la primera fuerza política valenciana tras las próximas elecciones y que "es el PP quien habla de pactos" que él "no contempla en este momento" y que "Fabra será candidato porque el PP sabe que va a perder".
Preguntado por si dimitiría en caso de que el PSPV no sea ni la primera ni la segunda fuerza política tras las elecciones, Puig se ha limitado a responder: "No lo contemplo".
"Es cierto que la principal responsabilidad de la situación actual de la Comunitat la tiene el ejecutivo del PP que nos ha gobernado durante estos últimos 20 años, pero el peso político en el seno de un Estado no es un asunto exclusivo de quien gobierna, sino también de su propia trayectoria histórica, de su autoestima como pueblo, de su importancia económica y del empuje de toda la sociedad", ha afirmado.
Para Puig, "el impacto negativo de la corrupción va más allá del coste de imagen, tiene repercusiones en la confianza de los inversores y en el empleo".