Verlas venir
Volver a amarse
«Igual podíamos dejar de vernos y empezar a mirarnos»
Tu crees que volveré a amarte? / Pero si tú nunca has estado en Marte.
Las vidas de Fina y Javier son así, paralelas. Transcurren cercanas pero nunca se terminan de encontrar. Los motivos, los de siempre, el tiempo transcurrido, los hijos, los trabajos (que suerte), la casa… la vida, en resumen.
El caso es que este sábado, en el día de los enamorados, no había nada previsto. Javier pensó en salir a cenar, pero no vio demasiada receptividad ante su levísima casi imperceptible invitación. Fina es muy romántica, pero el día de los enamorados no está en su agenda.
Así es que el 14 de febrero transcurrió como un sábado más: la compra, poner un poco al día la casa, deberes de los pequeños…. Ella tomó un café con unas amigas a media mañana y él salió a correr un rato por el río. Reencuentro en la comida y, por la tarde, un paseo por el centro. Los dos solos.
¿Tu crees que volveré a amarte?/ Pero si tú nunca has estado en Marte./ Joder Fina, ¿me estás escuchando?/ Claro, claro./ Que digo que si tú crees que volveré a amarte./ Pero a qué viene eso ahora./ No sé, es que después de estos años, tengo la sensación de que hablamos menos./ Que va. Eso son cosas tuyas. Hablamos lo que tenemos que hablar./ Si, pero hablamos menos./ Oye, perdona, ¿pero es que tú ya no me quieres?/ No mujer, no es eso./ Pues ya me dirás a que viene la preguntita de marras./
Javier rectificó, le dijo que si que la quería pero que últimamente la veía muy distante. Ella le contestó que como iba a verla cerca si él nunca estaba. El se enfadó, ella lloró un rato. La conversación recorrió todos los tópicos de la conversación de una pareja que lleva 10 años conviviendo. Al final, se hizo un silencio incómodo. Los dos sentados en la terraza de una cafetería cercana a su casa.
Te echo de menos. / Ya. A mi también me gustaría estar más tiempo contigo. / Podíamos marcar un día a la semana para salir a cenar. / Eso no funciona. Igual podíamos dejar de vernos y empezar a mirarnos. / Vale, al fin y al cabo, eso lo podemos hacer todos los días. / Si, es una cuestión de voluntad.
Javier y Fina acababan de decidir, una vez más, volver a amarse.