sucesos
Cuidado con el «método del beso»: robaban a ancianos mientras les hacían carantoñas
La Policía detiene en Valencia a dos «zalameras» rumanas que desvalijaban a sus víctimas tras insinuarse y ofrecerles sexo
La Policía Nacional ha detenido en Valencia a dos «zalameras», de 20 y 33 años y origen rumano, acusadas de cometer robos mediante el «método del beso o abrazo» a sus víctimas, aunque si era necesario no dudaban en utilizar la violencia e intimidación. Según un comunicado policial, se les atribuyen delitos de robo con violencia e intimidación, hurto y reclamación judicial. Las dos arrestadas habrían cometidos estos hechos en Alicante, Valencia, La Coruña, Madrid y Oviedo.
La detención se produjo cuando los policías observaron un vehículo que circulaba por la Avenida Blasco Ibáñez de Valencia a muy baja velocidad hasta que aparcó en la confluencia con la calle Doctor Manuel Candela. Entonces se apearon dos mujeres que poco después regresaron al coche. Tras identificar a sus ocupantes, los agentes averiguaron que dos mujeres contaban con numerosas requisitorias policiales y judiciales, por lo que fueron detenidas. Las arrestadas eran reclamadas por los juzgados de A Coruña y Oviedo, y se les imputan además hechos en Alicante y Meco (Madrid).
El modus operandi consiste en que una mujer contacta con la víctima en plena calle, eligiendo preferentemente personas de avanzada edad, a quienes se insinúan, ofreciendo mantener relaciones sexuales a los hombres y dando cualquier excusa a las mujeres para llegar a abrazarlas. Las víctimas, sorprendidas en un primer momento, suelen acceder a recibir las caricias y los besos que estas mujeres les brindan, momento en el que las autoras aprovechan para sustraerle con habilidad las joyas que la víctima lleva colgadas del cuello, sus relojes y anillos.
Si la técnica de los besos y abrazos no da resultado, las autoras recurren en ocasiones también a la violencia, bien empujando a las víctimas o tirando fuertemente de las joyas para arrancarlas de sus propietarios. Las autoras de este tipo de hechos suelen trabajar de manera itinerante, desplazándose por diferentes ciudades y pueblos de España, consiguiendo así que su identificación resulte dificultosa.