BALONMANO - DHF
Sheila Segura rompe el equilibrio
El Canyamelar Valencia, con un gol de Segura a escasos segundos del final, derrota al Elche Mustang (29-28) en un igualado e intenso partido de rivalidad autonómica valenciana
Restaban seis segundos para el bocinazo final y Sheila Segura , que buscó ese resquicio imposible en la guardia pretoriana ilicitana, armó el brazo derecho para anotar el gol de definitivo de un partido de puro nervio, de los de garra, intenso siempre, de alta y lógica temperatura de juego. Precioso encuentro balonmanístico de rivalidad autonómica entre el Canyamelar Valencia y el Elche Mustang, resuelto por la mínima (29-28) cuanto el tiempo se escurría en favor de las locales, que lograron una victoria de equipo.
El encuentro, con el que se cerraba la primera vuelta de la División de Honor Femenina de balonmano, exprimiendo el último minuto de juego pudo acabar con el triunfo de uno u otro conjunto o empatado. Por obvio, mejor la descripción. Lanzó su ataque el Elche en los últimos sesenta segundos con el marcador 28-28. Marija Popovic procuró penetrar la defensa local y lanzó, pero entre Laura Gutiérrez y el palo el peligro acabó en el área de las de Susana Pareja. Al asunto le quedaban 24 segundos. Y el Canyamelar replicó en lo ofensivo. El tiempo se evaporaba. Sheila Segura cazó el último balón y se fue al medio. Encontró opción de lanzamiento y anotó a falta de cinco segundos. Eléctrico final. Tenso. Controvertido en uno y otro lado. Sanamente fiero. Los ingredientes que hacen de los duelos de rivalidad algo mágico.
Rompió el Canyamelar Valencia la racha de seis partidos consecutivos que había logrado el conjunto de José Ignacio Prades. Llegaba fuerte el Elche al pabellón del Cabañal. Conjunto rotundo con piezas clave como Ivet Musons (8 goles), Ana Vicente (7) y Marija Popovic (7). Pero las de Susana Pareja siguen en ese proceso de cuajo del bloque, sostenido siempre por Patricia Alonso (11 dianas), Mireia Payá (9), Dolors Esterri (4) y Sheila Segura (3). En deporte, hablar de qué es justo o no, de merecimientos, de superioridades es relativo. Más en disciplinas de equipo. La clave fue que ambos conjuntos se vaciaron, guerrearon, ambicionaron la victoria y apostaron fuerte por ello. El triunfo final para las locales supone un paso importante para cumplir primero con el punto principal del discurso del club: mantener la categoría.
Arrancó tenso el partido. Quizás con un Elche Mustang un punto más clarividente en ese intento de equilibrar su balonmano defensa-ataque. Igualados estuvieron los primeros minutos. Seriedad y orden que, sin embargo, el Canyamelar Valencia fue perdiendo mediado el primer tiempo. Quizás centró el foco en exceso en defender a Popovic. La cuestión es que la Ivet Musons quedó libre y fue evidente el peligro que produjo a lo largo de todo el encuentro. Sus goles y tres paradas de Llanos Trigueros en los ataques valencianos permitieron a las visitantes alcancazar una renta favorable de tres tantos arriba.
No obstante, Susana Pareja aprovechó un tiempo muerto a falta de cinco minutos para aclarar ideas con las suyas, sostenidas hasta ese momento por Patricia Alonso. Resistente. Clave con sus lanzamientos. En ese último tramo previo al descanso, ganó su extremo Mireia Payá y se centró Sheila Segura. Remontó el conjunto local, firmes en lo defensivo, que alcanzó el descanso con un marcador de mínima ventaja por 14-13.
Se reanudó el juego con otra diana local. Pero las ilicitanas, rigurosamente ordenadas, bien en el pulso del equilibrio defensa-ataque, no le perdieron la cara al partido y remontaron de nuevo. La igualdad en el marcador fue manfiesta. Ninguno de los dos equipos lograba despegarse. Y la temperatura, como es natural siempre entre equipos competitivos y batalladores, subió. Unas y otras procuraron desarrollar su juego. No estuvieron a la altura del partido los árbitros. Debían remar las jugadoras. Un triunfo de los que se disfrutan especialmente y dos puntos importantes como botín, bien valían el derroche expresado en balonamno de valencianas e ilicitanas.
Buenas opciones dieron a las locales en los últimos instantes Dolors Esterri y Beatriz Herreros, abriendo el centro de la defensa franjiverde. Y llegó ese minuto último, mágico, definitivo para el resultado final. El marcador decía que el negociado iba 28-28. Atacó el Elche. Popovic lanzó. Repelió Laura. Replicó el Canyamelar Valencia con el estilete final de Sheila Segura que, tras una buena asociación, buscó la grieta para armar, lanzar y anotar el gol del triunfo 29-28.