LIGA BBVA
El Valencia derriba a un buen Sevilla
Un doblete de Parejo y un tanto de Javi Fuego tumban al equipo de Emery (3-1) para cazar el cuarto puesto y ganar el diferencial goleador particular. Alves detuvo otro penalti (tres de seis esta Liga)
El valor de lo emocional. El empuje que nace del rugido de lo que sucede fuera del terreno de juego. La arenga del público hacia su equipo cuando el partido tiene cuajo y el visitante despierta una rivalidad especial puede ser clave para prediseñar un marco mágico. Quiso el parroquiano que el Valencia comenzase a ganar el encuentro ante el Sevilla antes incluso que los futbolistas se calzasen las botas. El caso es que se trataba de dos rivales directos en la carrera por cazar uno de los puestos Champions. Quizás sin pensar en Madrid y Barça. Primero apuntalar el cuarto escalón, que obliga a una previa. Luego, mirar hacia el tercero, el Atlético.
Se entremezclaba pues la necesidad de esos tres puntos -cuatro considerando el diferencial goleador particular- y de paso «vengarse» de aquella eliminación de la Liga de Europa en el último suspiro de las semifinales entre valencianistas y sevillistas la pasada campaña a nombre de MBia. Logró el Valencia, con un partido serio, frío, con oficio, derrotar a los andaluces, que tienen un partido aplazado contra el Madrid, y hacerse con la cuarta plaza de la Liga y estar en esa deseada zona Champions.
Pero ese marco especial, fogoso, sentimental, decidieron Nuno y Emery acotarlo. Dentro del rectángulo de juego, el asunto se fue más a lo frío, lo táctico, un plan, todo medido. Más aún. La previsión era la de un Valencia protagonista y un Sevilla decidiendo para la contra. Sucedió en el primer acto lo contrario.
Sellaron los locales el centro hacia su portería y prefirieron contragolpear. Y pudo, de hecho, adelantarse con el partido muy tierno. Pase profundo de André Gomes a la espalda de la defensa andaluza, Negredo buscó a Rodrigo por encima de Beto, pero no llegó a rematar.
Sucedido esto, el asunto se encorsetó en lo frío. Los de Nuno esperando. Los de Emery manejando el balón, pero sin apurar a Alves. La historia se rompió porque Jaime Latre decretó tres penaltis en el primer tiempo. El primero, claro y absurdo, de Diogo a Negredo. Anotó Parejo, a la izquierda de Beto. El capitán valencianista resolvió poco después una contra. Doblete, asistido por Enzo Pérez.
Y luego llegaron dos penas máximas a favor del Sevilla. Controvertida la primera, Bacca restó al marcador. Cancelo, luego, derribó a su par, pero entonces se alargó la sombra de Alves, que repelió con la pierna derecha. El brasileño ha parado el 50% de los seis penaltis que le han lanzado este curso. Desde que llegó a Primera, al meta le han lanzado 33 penaltis y ha detenido 17.
Mantuvieron los modelos de juego en la reanudación. Menos frío. Más animado. Con más alma. Camino de la hora de partido, recuperó el Valencia en el medio un mal despeje sevillista y Rodrigo rompió a su par para asistir a Fuego y que éste hiciese el 3-1 con la zurda. De inmediato, Beto salvó a los de Emery del cuarto.
La diferencia llevó a los locales a posicionarse y buscar las recuperaciones ante un Sevilla que no bajó los brazos y buscó romper la resistencia de un equipo con oficio. Defendió con garra y destreza el conjunto local el botín ante un rival que se fue vaciando. En los minutos finales saltó al césped Paco Alcácer. El delantero y el club de Mestalla podrían anunciar esta próxima semana el acuerdo para la mejora y ampliación hasta 2020 de su contrato, que pasaría a terner una cláusula de 80 millones de euros.