Operación Castedo: Fabra impone su «línea roja» para mantener Alicante

Alberto Fabra ha resuelto antes de Navidad uno de sus principales quebraderos de cabeza. La situación de Sonia Castedo se había tornado insostenible tras haber sido citada nuevamente para declarar como imputada en una de las piezas del caso Brugal el día 16 de enero. Una fecha en la que el PP andará enfrascado en la elaboración de las candidaturas autonómicas y en la que Fabra se juega su futuro político .

Fabra se trasladó a Alicante este martes para asegurarse en una reunión privada que Sonia Castedo iba a dejar la Alcaldía en los términos acordados previamente en sucesivas reuniones a varias bandas. Castedo dimite, deja el acta de concejal y su sucesor interino será el actual edil de Cultura, Miguel Valor.

En las últimas semanas, Fabra había optado por rebajar la presión dialéctica sobre la ya exalcaldesa de Alicante. Un indicativo de que las negociaciones se sucedían, aunque la forma escogida por Castedo para anunciar su dimisión (a través de Facebook) no ha agradado especialmente en las direcciones de Génova y Quart.

A partir de ahora el PP abre el proceso para elegir candidato en una plaza emblemática en la que, a pesar de los asuntos de presunta corrupción que han marcado la legislatura, todavía tiene opciones de mantener el gobierno. De hecho, una encuesta elaborada por el PSOE sitúa a los populares al borde la mayoría absoluta en Alicante .

El siguiente paso de las negociaciones de Fabra para aplicar su célebre «línea roja» con los imputados se dirige al grupo parlamentario popular, donde Ricardo Costa y Yolanda García esperan, ya procesados, conocer la fecha del juicio de una de las piezas separadas del caso Gürtel en el que están acusados de delito electoral. El primero ya ha dicho que dejará su escaño en enero . Los esfuerzos de Fabra se centran en la segunda para poder finalizar la legislatura sin imputados en las Cortes Valencianas.