La generación «thirties»

2015 va a ser un año muy productivo informativamente hablando. Se abre un periodo electoral que durará todo el primer semestre y después de verano tendremos un nuevo tablero político, para los próximos cuatro años, tanto a nivel autonómico como en los más de 500 municipios valencianos.

Hay una cosa que sí que está más que clara. Algo está cambiando y la forma clásica de hacer política se va a tener que reformular y ofrecer una nueva relación con el ciudadano que ya no es el «mudo» sujeto paciente que sólo es importante cada cuatro años cuando toca cita con las urnas.

El PPCV está liderando desde hace meses el discurso de la regeneración política bajo los principios de transparencia, buen gobierno y participación ciudadana, además de ser implacables con los imputados en los cargos públicos y la corrupción. Los jóvenes populares tienen muy claros estos aspectos.

Sean cuales sean los resultados cosechados el próximo mayo de 2015, hay una generación, la de la treintena o los «thirties», que tienen que dar el paso sí o sí a tener un peso específico en la estructura popular valenciana, por conocimiento en la gestión pública, por contar con experiencia profesional en la empresa privada, por preparación académica y por un conocimiento de la estructura y las bases del engranaje popular en los diferentes municipios, comarcas y provincias.

Además de la importante cantidad de diputados y alcaldes jóvenes valencianos, en las filas populares hay una sólida cantera trabajando desde la fontanería, el backstage, la zona que no se ve pero es imprescindible, que tienen que dar el paso ya y tomar la palabra. A mi entender esa apuesta es imprescindible para el nuevo curso.