TRIBUNALES
Cárcel para una empleada de banca que se llevó 390.000 euros de la cuenta de su familia
La procesada fingió las autorizaciones de su padre, sus tíos y sus primos para realizar diferentes operaciones
El enemigo estaba en casa. La sección primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a una empleada de banca a una pena de prisión de un año y medio y una multa de 900 euros por apropiarse de las cuentas de la empresa de su padre y otros familiares, en las que había depositados 390.000 euros.
Según la sentencia hecha pública por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, se considera probado que la procesada era analista financiero en una caja ahorros y tenía a su cargo supervisar la cuenta de una empresa propiedad de su padre, primos y tíos.
Así, entre los años 2006 y 2010, sin que la procesada tuviera ningún cargo en la empresa de sus familiares, valiéndose de su condición como empleada en la entidad, fingió las autorizaciones de éstos y realizó diferentes operaciones bancarias en su propio beneficio apropiándose de 390.521 euros.
Además de lo anterior, efectuó una transferencia de 100.000 euros y otra cercana a los 8.000 euros entre cuentas de la empresa.
La procesada se comprometió a devolver las cantidades de las que se apropió y de cuyos movimientos no pudo aportar documentación que las justificara.
Después de que las partes alcanzaron un acuerdo, se dictó sentencia de conformidad.
En la misma se impone una pena de cárcel de un año y seis meses para la procesada por un delito de falsedad documental y apropiación indebida, además de la referida multa.