política
Los pactos estables entre populares y socialistas se limitan a dos municipios
PP y PSPV han votado juntos esta legislatura mociones de censura en Cotes y Benidoleig
La localidad alicantina de Benidoleig (1.333 habitantes) y el municipio valenciano de Cotes (385 habitantes) constituyen los ejemplos de que los pactos de gobernabilidad entre el Partido Popular y el PSPV resultan factibles. En ambas poblaciones, dirigentes populares y socialistas han sido capaces de ponerse de acuerdo en la presente legislatura para unir sus fuerzas ante opciones minoritarias en sendas mociones de censura, aunque han constituido excepciones, toda vez que las respectivas direcciones regionales no han facilitado la labor de propiciar pactos.
En el caso de Cotes, los tres ediles del Partido Popular y el concejal socialista en el Ayuntamiento votaron juntos para desalojar de la Alcaldía a Rosa Emilia Soriano, del partido local PIC-Cotes. El popular Juan Eduardo Sucias se hizo con la vara de mando en octubre de 2012 gracias al apoyo del PSPV. Mientras, en la moción de censura registrada en Benidoleig tres concejales socialistas y dos del Partido Popular se aliaron frente al alcalde, José Vicente Pons, de Compromís. Un juez paralizó la moción de censura porque los ediles que la suscribieron habían sido expulsados de sus respectivas formaciones.
Sin embargo, aquella operación marcó un camino desde el ámbito local de una opción, la del acuerdo entre los dos grandes partidos, por la que abogan los grandes empresarios ante el escenario político que vaticinan las encuestas tras las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana.
Contactos con Fabra y Puig
Organizaciones de la sociedad civil como Conexus o la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) recelan de la posibilidad de que se forme un Ejecutivo a varias bandas que derive en una situación de ingobernabilidad para la Generalitat. Por ello, han tratado de acercar posturas entre el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y el secretario general del PSPV, Ximo Puig, para que analicen la posibilidad de alcanzar acuerdos. Sin embargo, hasta la fecha los esfuerzos de los empresarios no han logrado el resultado esperado. En reuniones privadas, Fabra ha dejado abierta la posibilidad a acuerdo tras los comicios, pero Puig se ha negado de plano.