VERLAS VENIR

La foto de la víctima

«Es curioso porque se trata de personajes que son iguales y distintos»

juan zumalde

Se mueren por una foto. La frase la pronunciaba hace muchos meses un técnico en internacionalización en un acto público en el que un conseller hacía una presentación flanqueado por un empresario y un representante de un instituto tecnológico.

Se mueren por una foto. Se refería en realidad a toda esa masa de representantes de la sociedad civil que con más o menos merecimiento se colocan hábilmente junto a alguien a quien seguramente van a fotografiar o entrevistar y consiguen salir junto a él en una imagen de un diario o en un corte de televisión.

Es curioso porque se trata de personajes que son iguales y distintos. Empecemos por lo que les distingue. Algunos de ellos persiguen la oportunidad, persiguen a la cámara para salir. Otros, sin embargo, sufren el acoso de las cámaras en muchas ocasiones. Que es una diferencia grande, muy grande.

Y esto es tremendo porque entre los medios se distingue perfectamente a quien persigue una cámara de quien es perseguido por la misma cámara. Sin embargo, como ambos logran efectos similares –estar, aparecer, decir, aparentar- el público final los equipara y hace que aquello que les diferencia se diluya, prácticamente desaparezca.

Pero hay otra cuestión que también deshace diferencias. Y es que la gran mayoría de ellos están profundamente encantados de formar parte del decorado de lo que pasa en el mundo económico, político o social.

Se mueren por una foto. Y les divierte, con honrosas excepciones, medir su poder de influencia en los medios. Algunos lo hacen por proyección social. Pero otros lo hacen simplemente para posicionarse como el primus inter pares en ese club de elegidos que salen en las fotos, para perpetuarse en el teatrillo de los que están donde tienen que estar.

Que equivocados están. Recuerdo un director de un diario valenciano que hace algunos años, cuando iba a visitar alguna institución y se le agradecía la deferencia, contestaba: Siempre hay que venir a ver a las víctimas.

El sabía perfectamente que lo realmente divertido y poderoso del mundo de los medios de comunicación no es salir en la foto, lo importante es elegir quién sale en la foto.

Se mueren por una foto. Creen que ahí está el poder. Y no saben que, en realidad, el poder no es salir en la foto. El poder es decidir quién sale en la foto, es elegir la foto de la víctima.

La foto de la víctima

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