sociedad
Un niño sordo se convierte en la sensación del campeonato de bailes de salón
Iván Navarro, de 12 años, comenzó imitando desde pequeño los movimientos que veía por la televisión
«Como esta historia de superación tenemos muchas, pero entre tanta información no trascienden», expresan desde la Asociación de Padres y Amigos del Sordo de Valencia (Aspas) cuando se les pregunta por su socio Iván Navarro. Su queja -y a la vez la alegría de poder contar su caso- no es para menos.
Iván tiene 12 años y pertenece al porcentaje de los tres de cada mil niños en España que nace con sordera bilateral profunda. A los 18 meses y, posteriormente, a los cuatro años, fue operado de los oídos y actualmente vive con implantes cocleares que le permiten llevar una vida lo más normal posible.
Desde pequeño, relata su madre Pilar, vieron que tenía un don para convertir el ritmo que percibía a través de la vista en baile: «Con un año, antes siquiera de poder escuchar mediante los dispositivos, se movía delante de la televisión e imitaba los pasos con un gran ritmo pese a no escuchar nada».
Sus padres decidieron entonces que tenían que ayudarle a desarrollar sus facultades «como cualquier otro niño» y le apuntaron a una academia en Manises (Valencia) que cuenta con profesores del programa Mira Quién Baila. Allí acude tres días por semana a ensayar bailes de salón y es de los mejores de su categoría. De hecho, se ha clasificado para la competición autonómica de esta especialidad en la Comunidad Valenciana con gente de su edad sin problemas auditivos, un mérito doble.
«Ha pasado ya varias pruebas y estamos deseando que pueda ser finalista, pero esto ya significa mucho para nosotros», explica Pilar orgullosa: «Es el comienzo de un camino, un gran logro basado en la superación. No sabemos si acabará dedicándose a esto, pero vemos que disfruta, lo que nos anima a seguir potenciando las cualidades naturales sea como sea, pese al coste».