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Qué Comunitat queremos
El horno de las encuestas ya está marchando a todo ritmo. Las últimas han sido las publicadas por el diario El País de la Comunitat valenciana, además de la del propio PPCV. Las dos sólo evidencian en común una fuerte entrada de Podemos en el parlamento valenciano y una caída en número de votos y escaños de los dos grandes. Repito lo de los grandes, porque parece que para muchos miembros del propio PSPV el que le salgan los números, supuestamente, con la suma de tres o cuatro partidos, no le implica hacer autocrítica de tener un apoyo popular de alrededor del 20% y seguir en caída libre, pudiendo dejar de ser el segundo partido mayoritario.
Sobre la encuesta del diario El País no me salen los cálculos. El PPCV perdería cerca de 30 diputados, el PSPV bajaría un poco, pero todas las demás fuerzas de izquierdas suben. ¿Quiere indicar este sondeo que el votante del PPCV se va a Podemos, Compromís y Esquerra Unida?. Creo que van un poco desorientados, ya que UPyD y Ciutadans no entran en el Les Corts. La cocina de El País creo que ha requemado el arroz.
Sinceramente, pienso que los valencianos quieren que las diferentes opciones políticas hablen claro y presenten sus ofertas y proyectos más allá de lanzarse trastos a la cabeza como única acción. Desgraciadamente, hace años que tenemos un principal partido de la oposición invisible y fagocitado por las demás ofertas izquierdistas. Un PSPV sin margen de maniobra, con un portavoz en les Corts discutido en su propio grupo parlamentario y sin ninguna capacidad para liderar ningún proyecto al estar totalmente hipotecado por la izquierda de la izquierda con el sólo programa de que la calculadora le dé los números para tirar al PP, único programa a día de hoy conocido.
Confrontación, radicalismo, deslealtad, ningún respeto a las instituciones democráticas ni a los símbolos de la Comunitat, rechazo a la educación concertada, eliminación de los conciertos sanitarios, control de los medios de comunicación y no ofrecer ninguna garantía de estabilidad al conjunto de la sociedad civil valenciana es lo que vemos diariamente en esta deriva de la izquierda al todo vale y flirtear con lo antisistema. Todo por llevarse a pasear a la niña bonita, y anónima en personas, llamada Podemos. No debemos caer en el riesgo de que los principales damnificados sean los propios ciudadanos de una deriva política radical.