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La revolución de lo natural
Desde las localidades de Noblejas (Toledo) e Iniesta (Cuenca) salen buena parte de las ensaladas envasadas «Florette» que se consumen en el territorio nacional
![La revolución de lo natural](https://s3.abcstatics.com/Media/201508/16/florete3--644x362.jpg)
El ritmo de vida actual requiere soluciones cómodas y rápidas para alimentarse. A ello se une una tendencia por lo natural y con productos de calidad. Todas estas características se conjugan en un producto: las ensaladas envasadas. Una empresa, «Florette» , ha sabido sacar partido a estos nuevos gustos y ha conseguido liderar el mercado. Y lo ha hecho gracias, en buena parte, al trabajo que se desarrolla en dos centros de producción que están situados en territorio castellano-manchego, los de Noblejas (Toledo) e Iniesta (Cuenca), sin olvidar los huertos que tiene en La Gineta (Albacete) .
«Florette» es el principal productor y comercializador nacional de ensaladas y vegetales frescos, lavados, cortados y listos para consumir. Sus productos se comercializan en 7.000 puntos de venta en España y Portugal y se cultivan y procesan íntegramente en nuestro país.
Además de los dos de Castilla-La Mancha, la compañía cuenta con otros tres centros de producción en Milagro (Navarra), Torre Pacheco (Murcia) e Ingenio (Canarias), así como huertas en prácticamente todas las comunidades.
Las claves del éxito
Una de las claves del éxito de esta compañía que ha crecido en el último año más de un 42% se debe a que sus ensaladas envasadas son un producto seguro , sin aditivos ni conservantes, mantenidos simplemente a una temperatura fría constante durante todo el proceso y que en 24 horas están al servicio del consumidor
El gerente de la factoría de Noblejas, Alberto Lozano , aseguraba a ABC que su centro de producción es como «una lanzadera», ya que las verduras se recolectan de madrugada y en menos de 24 horas ya están en los puntos de venta. «Recepcionamos todos los días la materia prima que necesitamos entre las seis y las ocho y media de la mañana; a partir de ahí, empezamos a elaborar las bolsas y desde la doce del mediodía hasta las diez de la noche estamos sacando los pedidos con productos del mismo día».
Una fórmula sencilla pero cargada de controles de calidad y sanitarios. Para conseguir una mayor fresibilidad, frescura y calidad, la empresa ha invertido en el último año en Noblejas más de un millón de euros para conseguir mejorar la línea de procesadode primeros brotes.
105 referencias
Lozano asegura que cada día se realizan en su centro de producción las 105 referencias que tiene la marca. Una cifra que parece exagerada pero, una vez que explica el contenido, se entiende. Y es que son más de 20 materias primas diferentes las que se utilizan, entroncadas entre adultas y primeros brotes -lechugas de diferentes clases, escarolas, rúcula, canónigos...-, además de verduras «duras» como brócoli, zanahoria, coliflor. Las diferentes mezclas permiten ofrecer una amplia gama de ensaladas.
A ello se une un nuevo producto, la ensalada completa, denominados «menús completos», con un mayor número de ingredientes (pollo, pasta, queso, pasas, pipas, cous, cous...).
Todas estas referencias se hacen cada día tanto en Noblejas como en Iniesta y cada día salen los pedidos hasta los puntos de venta.
Alberto Lozano asegura sentirse «muy orgulloso de este trabajo, porque sé que ponemos día a día productos saludables en el mercado . Estamos contribuyendo a ofrecer una alternativa saludable a la gente con poco tiempo para cocinar».
En cuanto al funcionamiento del centro de producción, el gerente explica que se divide en cuatro secciones. Por un lado, la recepción de la materia prima y con los controles de calidad -aunque en el campo ya pasan por una primera criba-; después se marca el destino más adecuado para el producto. Le sigue la zona de selección, donde cada línea está preparada y adecuada pra un tipo diferente de verdura . Se corta, se retiran las partes menos comestibles, las puntas quemadas y se pasa a lavado e higiene. «Utilizamos el mismo concepto que en casa, pero a gran escala», asegura.
Finalmente, se pasa la verdura por una centrifugadora, se mezclan los ingredientes y se embolsa. Se realiza el control de peso y de calidad, se lleva al cajón y de ahí al punto de venta.
Siendo consumidora habitual de estas ensaladas, no puedo dejar de hacer una pregunta. ¿Cuál es la mejor forma de conservar la ensalada y que dure más? La contestación es sencilla: «Hay que mantener la bolsa en el frigorífico y no dejarla en la cocina demasiado tiempo y como mejor se conserva es dentro de la propia bolsa».