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Lourdes Rodríguez Rey: «Las denuncias sobre corrupción han crecido, pero también es cierto que trascienden más»

Recién llegada al cargo, asegura que sus retos son modernizar y coordinar las fiscalías territoriales

Lourdes Rodríguez Rey: «Las denuncias sobre corrupción han crecido, pero también es cierto que trascienden más» ICAL

m. gonzález/M. gajate

-¿Qué retos se marca frente de la Fiscalía de Castilla y León?

-El reto fundamental es modernizar los métodos de trabajo y después realizar una coordinación de todas las fiscalías territoriales. Desarrollarlo estos aspectos llevará mucho.

-¿Cuenta para ello con la plantilla suficiente?

-La plantilla no es suficiente. Nunca será suficiente y más ahora con los retos de las nuevas modificaciones legales y la ampliación de funciones que se está dando al fiscal. Hay que dotar bien a las fiscalías de fiscales pero también se necesita una buena estructura administrativa. La ratio no llega a un funcionario por fiscal en muchos sitios.

-En este contexto, se congestionan los juzgados ¿Están las fiscalías también constipadas?

-En las fiscalías no hay atrasos estructurales. Normalmente las causas entran y salen en un plazo muy razonable. Pero tenemos otras funciones de presencia y nuevas labores y todo eso nos quita tiempo. A todo no se llega.

-¿La crisis ha elevado la carga de trabajo...?

-Sí, la litigiosidad crece. Hubo un freno con las tasas judiciales, pero en un momento de problemas sociales, económicos y de crispación aumenta.

-Desde esferas políticas se habla de salida de la crisis. ¿Qué dicen los juzgados? ¿Caen los despidos, concursos, desahucios...?.

-Yo creo que esa tendencia ascendente no está, pero es una impresión.

-¿Y la corrupción?

-Es un tema que evidentemente preocupa y las denuncias sobre ese tema posiblemente se han incrementado.

-La sensación en la calle es que hay más corrupción que nunca. ¿Es así?

-No sé si hay más o menos, pero ahora trasciende más, desde luego.

-A pesar de que en las nuevas promociones más del 70% de fiscales son mujeres, en las cúpulas la presencia femenina se resistía. Usted es la primera que accede a este cargo en Castilla y León. ¿Se supera una barrera?

-El 79% en algunas promociones, mientras en los cuadros directivos es de un treinta por ciento. Es el problema que tiene la mujer a nivel sociológico, la tardía incorporación a los altos puestos y a las distintas carreras.

-La lucha por la igualdad conduce irremediablemente a la batalla contra la violencia de género.Se prevén cambios en Castilla y León a través del nuevo sistema de coordinación que aúna a fiscales, agentes y servicios sociales. ¿La falta de conexión ha dejado en desamparo a mujeres?

-Yo creo que en materia de violencia de género el compromiso de todas las instituciones es total y sin excepción. Otra cosa es que no se haya llegado a los niveles de coordinación adecuados o que haya habido problemas. Se sigue avanzando, pero las cifras no acaban de reducirse. Entonces es un problema que hay que abordarlo desde todos los ámbitos y yo creo que la educación es muy importante. No solamente es un problema judicial porque la justicia actúa cuando el problema se ha producido y eso no puede ser. Hay que prevenir y educar.

-De hecho, entre nuevas generaciones aumentan los casos...

-Ha habido un incremento de la violencia dentro de la familia de los menores hacia los padres. A esas edades es un problema también de educación, de control familiar, pero la educación es muy importante.

-La última memoria Fiscal destaca que un mayor control de los padres a causa del paro habría incidido en menores índices de delincuencia

-Lo mejor es que los padres no se encontraran en casa y tuvieran trabajo, pero la educación es muy importante y la crispación no favorece el ambiente familiar. Unas dosis de tranquilidad y orden, poner limites al comportamiento de menores, que no todo valga. Una sociedad sin principios morales no creo que tenga buen futuro. Mi experiencia es que en edades tempranas esos menores que delinquen son víctimas del propio ambiente en el que viven.

-La entrada en vigor del sistema de plazos, ¿debería haberse hecho después de convertir a los fiscales en instructores?

-Hubiera sido lo ideal. Estoy segura de que la idea del Ministerio es mejorar la agilidad, pero la carrera fiscal tiene la inquietud de no poder afrontar lo que esa ley nos impone. Yo estoy a favor de los plazos. No se puede estar investigando ilimitadamente y lo que no ha salido en un tiempo razonable ya no sale, pero atribuir ese control de plazos a quien no tiene las causas implica una relación y unos mecanismos de comunicación precisos entre los órganos judiciales y las fiscalías que no existen en todos los casos.

-¿Cree que el Gobierno ha pisado la realidad para hacer esta reforma?

-Conversaciones y debate habrá habido, lo que no sé es si se tiene muy en cuenta la realidad del trabajo cotidiano de las fiscalías, de los juzgados...

-¿Llegarán los fiscales a asumir realmente ese proceso de instrucción?

-Estoy convencida de que estamos en un punto de no retorno.

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